Interesantísimo artículo el que publica el diario El País, en el que se recoge el caso real de un profesional de la comunicación corporativa, José Manuel Paredes, integrado como portavoz en la Asociación Perjudicados por el Bernabéu, que cuenta algunos pormenores de la ‘campaña’ llevada a cabo para frenar los ruidos por los eventos musicales celebrados en el estadio. Según narra, los medios de comunicación internacionales se han hecho eco de sus reivindicaciones, mucho más que los nacionales.
Por Redacción, 21 de noviembre de 2024
Para llevar el contenido de este artículo a nuestro terreno, vamos a extractar algunas de las ideas fundamentales de esta experiencia y que pueden considerarse como auténticas lecciones de comunicación de crisis:
1) Un experto de comunicación de crisis, portavoz de la Asociación
José Manuel Paredes es experto en comunicación y gestión de crisis. Cuenta con una larga experiencia de más de dos décadas de experiencia profesional, en las que ha trabajado para conocidas empresas como Price Waterhouse o Llorente y Cuenca (actualmente LLYC). También es vecino del barrio de Chamartín, en el que se ubica el estadio del Real Madrid, así como damnificado directo (él y su familia) por los ruidos ocasionados por los conciertos celebrados en el estadio. Por esa razón, decidió ofrecerse a la Asociación Perjudicados por el Bernabéu como portavoz y colaborador en su estrategia para defender sus derechos.
2) Balones fuera por parte del club y el ayuntamiento
Antes de unirse a la Asociación, ésta ya se había puesto en contacto con el Real Madrid. Logró una reunión sin resultados con Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales, quien les pidió paciencia y comprensión. Su argumento, según se cuenta en el artículo, fue que «el Real Madrid debía competir con clubes financiados por Estados del Golfo, como el Manchester City o el Paris Saint-Germain». También se reunieron con la concejala del distrito, igualmente sin éxito. “Me molestaron su soberbia y su arrogancia, la idea de que debiéramos estar agradecidos de tener en nuestro barrio lo que se veía como la Torre Eiffel de Madrid. Ante su opacidad, decidí que nuestra estrategia debía ser la de la transparencia total”, recuerda Paredes.
3) Extraño silencio de los medios de comunicación nacionales…
Dado que los contactos institucionales habían acabado en un rotundo fracaso, José Manuel Paredes consideró oportuno pasar a una segunda fase y denunciar el caso a los medios de comunicación. Las historias con el formato de ‘David contra Goliat’ son siempre muy del gusto de la prensa. Pero extrañamente en este caso no sucedió así. «Cuenta José Manuel Paredes que la primera vez que llamó a un conocido periodista para hablarle de los problemas de ruido que generaban entre los vecinos los conciertos en el Santiago Bernabéu, las risas de este se oyeron incluso con más fuerza que la música de Karol G o Taylor Swift», cuenta el artículo de El País.
4) … y un mayor impacto en los medios internacionales
Paredes se puso en contacto con «las más relevantes cabeceras españolas (el 26 de mayo EL PAÍS publicó la primera pieza sobre el tema) y luego hizo lo mismo con la prensa internacional. Tardó tres meses en conseguir que Sam Jones, corresponsal de The Guardian en Madrid, le hiciera caso y le acompañara en un tour por las casas de los vecinos para comprobar en primera persona lo insoportable del ruido. El 25 de julio aparecía en su periódico el artículo que se hacía eco de las quejas vecinales. Tardó tres meses más en lograr aparecer en The New York Times. El final del concierto de Romeo Santos, en septiembre, le pilló acompañando a un periodista italiano que no terminaba de ver el problema con el ruido, hasta que se abrieron las puertas, salió el público y alguien le vomitó en los zapatos».
5) Argumentario del PP: «Las protestas es cosa de infiltrados y gente de izquierdas»
Según sostiene en el artículo el portavoz de la Asociación Perjudidados por el Bernabéu, «nos subestimaron. No creo que el PP esperara la respuesta del barrio. Después de todo, es el distrito en el que más votos sacan [casi un 70% en las últimas municipales]. Tuvimos acceso a sus argumentarios, que decían que las protestas eran cosa de personas venidas de fuera del barrio, infiltrados y gente de izquierdas. En su esquema no entra que si tú me fastidias la vida yo voy a responderte, por muy del PP o del Real Madrid que sea. No contaban con que socios de despachos importantes, ingenieros y demás nos íbamos a unir para denunciar esto, que no iban a ser dos señoras con el bolso y el abrigo en una esquina. En España no hay tradición de agrupaciones de este tipo tan profesionalizadas”.
No obstante, Paredes sostiene que hay miembros de la asociación que prefieren mantener el anonimato por miedo a represalias. Un miedo que, en su opinión, “procede de la idea de que no te puedes posicionar contra los poderes fácticos porque tiene consecuencias, sobre todo si la empresa en que trabajas tiene negocios con una derivada del Madrid o con ACS. Es más una sensación que una realidad”.
6) El ataque de algunas inmobiliarias y una filtración a esos medios «que el club siempre usa»
«Hace unos meses tuvo que enfrentarse a una nueva e imprevista amenaza. Para atajarla tuvo que servirse de otro conocimiento adquirido en su trayectoria profesional. “He trabajado para inmobiliarias muy gordas. Entonces, cuando se filtró un estudio que decía que los precios de los pisos de la zona iban a subir un 30% gracias a los conciertos, intervine. Vi el estudio y lo consideré insuficiente. Desde la asociación, lo atajamos como pudimos, pero ya se había filtrado a varios medios, los dos que el club siempre usa, y eso propició un ataque por parte de algunas inmobiliarias con el fin de tratar de convencer a los vecinos más vulnerables de vender sus pisos. Son este tipo de cosas las que hacen que esta agrupación funcione, no es solo una cuestión de contactos; es, sobre todo, experiencia y conocimiento”, señala Paredes.
7) Una solución temporal: seis meses de parón y luego a ver qué pasa
Tras 18 conciertos celebrados y la polémica suscitada por los ruidos del Bernabéu, el pasado 13 de septiembre el club presidido por Florentino Pérez decidió suspender los eventos musicales durante seis meses. “El Real Madrid seguirá trabajando de cara a que durante los conciertos se den las condiciones precisas en la producción y emisión de sonido que permitan celebrar conciertos en nuestro estadio”, rezaba el comunicado de la entidad. En marzo se cumplirán los seis meses de parón. Respecto a qué ocurrirá cuando concluya este plazo, Paredes señala: “No sé, tenemos varios ingenieros aquí y opinan que esto no se puede insonorizar. Se trató de dar conciertos con la cubierta puesta y resultó que no se oía dentro del recinto y, en cambio, fuera se oía mucho más. Me dicen que, como está ahora el estadio, es imposible que se haga otro concierto”.
Como vemos, un caso muy útil de activismo comunicativo del que nuestros lectores pueden extraer muchas conclusiones. Para leer el artículo completo, pincha aquí