domingo, diciembre 22, 2024

Qué pasa por la cabeza de un consultor de comunicación cuando pierde un cliente

MIGUEL ANGEL ROBLES, SOCIO DIRECTOR DE EUROMEDIA COMUNICACIÓN Martes 26 de enero de 2016

¿Qué pasa por su cabeza y, sobre todo, cómo debe reaccionar? Un tema que analiza Miguel Angel Robles, socio director de Euromedia Comunicación.

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Su primer consejo es contundente: “Pasa página y refuerza tus rutinas positivas”. En su post, Miguel Angel Robles recomienda un enfoque optimista y profundamente pragmático: “(…) esto es una agencia. Los clientes vienen y van, y en la tuya siempre han venido más que se han ido. Siente el cariño de los clientes que llevan contigo casi veinte años. Pero dite a ti mismo que eso no es lo normal. Lo usual es que un día se vayan. Y un cliente que se va siempre duele. Es normal que se vaya y es normal que te duela. De modo que si se te ha ido alguno no te pases el día pensando en ellos, ni desde luego hablando mal de ellos. Un cliente que se fue es siempre mejor que uno que nunca vino, así que recuérdalo con agradecimiento”.

 

Para Robles, no hay que obsesionarse: “No exageres la importancia de su pérdida ni tampoco finjas que te importa un bledo. No mires su twitter, ni tampoco te vayas dando de baja de todos sus grupos: simplemente desactiva las alertas. No visites su web, no mires cómo lo están haciendo sin ti, no te obsesiones con ellos. Si están trabajando con una nueva consultora, no menosprecies su trabajo. No te metas en Google para alegrarte de que ahora apenas si tienen visibilidad. No les desees mal, ni filtres noticias negativas de ellos, porque serías un villano si lo hicieras. Ni siquiera te regodees con la posibilidad de hacerlo por todo lo que sabes, porque lo que sabes no es ningún mérito, sólo era tu trabajo”.

 

Y añade: “No les guardes rencor y nunca, nunca, le vayas lanzando recaditos: es patético. No utilices las redes con esa intención, ni menos a los amigos comunes. Si te entra un cliente que es un competidor, ábrete una botella de champán, si quieres, pero no lo exhibas delante de ellos, porque tu triunfo será menos triunfo si lo haces”.

 

Un momento importante es cuando, una vez que has perdido la cuenta, vuelves a entrar en contacto con él. ¿Cómo debes actuar entonces? “(…) Salúdalo con cordialidad, sin arrumacos pero sin frialdad (…) No consientas que te vea afectado. No subrayes lo bien que te va (sin él), porque el paréntesis estará implícito en tu afirmación. Y sobre todo no le saques el tema, ese del que tanto te gustaría hablar: qué falló, por qué se marcharon, por qué fueron tan injustos (en tu opinión, claro).  Ni insinuarlo, porque ya te lo contaron y si no te lo creíste, es tu problema, y si no te lo contaron todo, es porque no quisieron. Además: de qué sirve darle vueltas. Se fueron y se fueron. Ya está. Si no te cerraron puertas para un futuro, no se las cierres tú. Pero tampoco te vayas ofreciendo, porque quizás sólo quisieron ser educados. No te encojas, ni seas soberbio. Sólo sé ambicioso. Esfuérzate por ofrecer tu mejor versión”.

 

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