JOY TAN, PRESIDENTA DE MEDIOS Y COMUNICACIÓN DE HUAWEI Jueves 24 de noviembre de 2016
Durante casi toda su trayectoria, 29 años, Huawei ha sido una compañía muy centrada en el negocio B-to-B que ofrecía conmutadores a operadores de telefonía.
A pesar de que siempre ha destacado tanto por su calidad técnica como por su servicio de atención al cliente, desatendió ligeramente su propia marca, prácticamente desconocida fuera del sector.
Hasta hace diez años, Huawei no comenzó a producir bienes de consumo y, solamente durante los últimos cinco, éstos se han comercializado bajo la marca Huawei. Sin embargo, durante el pasado año, la compañía distribuyó 100 millones de smartphones y esto nos situó en la tercera posición a nivel mundial.
No obstante, la importancia de una marca no solamente se refleja en el número de unidades distribuidas, sino también por el lugar que ocupa en la mente del consumidor y en lo que éste piensa de la misma. En este sentido, el reconocimiento de marca no debería ser solamente un reto para Huawei, sino también para muchas otras compañías que crecen de forma muy rápida.
A continuación, me gustaría destacar algunos aspectos que en Huawei hemos aprendido sobre cómo afrontar este desafío:
Inversión en I+D:
Desarrollar un producto de calidad y ofrecer un buen servicio de atención al cliente son clave para lograr el reconocimiento de una marca. Por esta razón, Huawei invirtió el año pasado 9.200 millones de dólares, alrededor del 15% de los ingresos anuales de la compañía.
Colaboración con partners:
El trabajo conjunto con partners ha sido una constante en el desarrollo de Huawei, una labor que no siempre fue fácil. Para lograr que los distribuidores europeos incorporasen nuestros teléfonos móviles a sus catálogos, se llevaron a cabo diferentes promociones y formaciones de venta en España y en Italia, invitando a los diferentes partners a conocer las fábricas de la compañía en China. De esta manera, Huawei ha pasado en pocos años de producir dispositivos de marca blanca de precios asequibles a desarrollar dispositivos de alta gama, como el Huawei P9.
Los valores de la empresa:
Toda compañía debe ser capaz de explicar aquello en lo que verdaderamente cree. Este es el objetivo de “Huawei, Breakthrough”, una de las primeras campañas de marca globales llevadas a cabo por una compañía china, en la que a través de una serie de imágenes se cuenta al consumidor quiénes la forman, de dónde vienen y qué les representa a nivel corporativo.
Relación con influencers:
Aparte de empleados, instituciones y analistas de la industria, Huawei tiene en cuenta a los principales líderes de opinión: gente que a través de las redes sociales establecen conversaciones sobre cualquier tema, desde asuntos relacionados con tecnología de consumo, a Cloud Computing e Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Este año, por ejemplo, Huawei invitó a diez influencers para asistir al Mobile World Congress en Barcelona, donde se organizaron cuatro días de actividades para familiarizarles con los productos y la cultura de la compañía.
Ambición:
En la década de los años 20, la esperanza de vida de una compañía incluida en el índice S&P 500 era de 67 años, mientras que actualmente es de 15. La tecnología, la globalización y otros factores han disminuido en 50 años la esperanza de vida media de las empresas. Parte de ello se debe a que, cuanto más grandes son, más lentas se vuelven, ya que el éxito alimenta la complacencia y la complacencia acaba con el éxito. El antídoto es el enfoque en el cliente. Una empresa debe permanecer cercana al cliente para no desviarse nunca del camino.
La construcción de marca es un reto para casi todas las empresas jóvenes de rápido crecimiento. La clave es la perseverancia en explicar quiénes son, qué les representa y qué valor aportan a sus clientes.