domingo, diciembre 22, 2024

25 anécdotas de 25 años de Goodwill Comunicación

REDACCIÓN Jueves 19 de octubre de 2017

En 1992, Javier Herreros creó Goodwill Comunicación, con su hermano menor, Pablo Herreros, como socio. Pronto Goodwill pasó de ser una agencia de solo dos personas a una pequeña ‘boutique’ con 8 trabajadores. En 25 años, han pasado por Goodwill más de 40 profesionales y más de 100 empresas clientes. Estas son algunas de las anécdotas que muestran cómo era la comunicación corporativa en España y cómo ha ido evolucionando hasta la era digital.

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1992

Empezábamos el día leyendo 8 diarios en papel (generalistas y económicos), para ver qué publicaban de cada sector en el que trabajábamos.

 

1993

 A las 8 de la mañana volábamos a comprar los periódicos para ver si habían dado la noticia que difundimos el día anterior.

 

1994

Imprimíamos y llevábamos las notas de prensa en moto -en persona o con mensajeros- a las redacciones, con papel corporativo de la empresa que la emitía, porque a veces los diarios económicos usaban el logo del papel original para ilustrar su noticia sobre nuestro cliente.

 

1995

La actualidad ‘volaba’: ya no dábamos las noticias de clientes imprimiendo decenas de notas de prensa: las mandábamos por fax, con cierto debate interno: “van a publicar el logo muy borroso cuando acompañen con él la noticia en la sección de ‘Breves’…”.

 

1996

Expansión era lo más. Cualquiera de nuestros clientes mataba por salir en este diario. 

 

1997

Como ya había internet, enviábamos las noticias por email. Ahí llegó el SPAM a las redacciones: al tener tarifa plana, había agencias que enviaban la nota a 8 redactores. Los periodistas pasaron a recibir cientos de emails al día -que no podían leer- y así fuimos matando la nota de prensa como herramienta. 

 

1998

Si salía un cliente en el periódico, informarles a ellos era todo un ritual: en un folio pegábamos el logo de la cabecera, el recorte de la noticia y la fecha. Y lo mandábamos al fax de la secretaria del director general (solía haber un fax por planta, y uno en dirección general).

 

1999

Nos contrató TelePizza. Su fundador, Leopoldo Fernández Pujals, negociaba su salida, y era su principal activo en imagen. Les aconsejamos diversificar la comunicación para dar visibilidad a seis o siete valiosos directivos e hicimos una estrategia para que la compañía no sufriera mucho en bolsa.

 

2000

El diseño era crucial, algo que cuidábamos en cualquier comunicación. Hoy todo es líquido, nunca algo se lee en el mismo diseño en que se escribió. Entonces cuidábamos logos, márgenes, líneas viudas, tipografía, tamaño de títulos…

 

2001

En 2001 fuimos la primera agencia de comunicación de España en tener una web para periodistas. Invertimos 150.000€ en los primeros tres desarrollos (en 4 años). Poco después, los CMS (Content Management System) convirtieron nuestra ventaja competitiva en papel mojado. Los sistemas de hoy permiten hacer una página mucho mejor sin gastar un solo euro en software ni en desarrolladores.

 

2002

Triunfaban los viajes de periodistas a conocer fábricas, como el que hicimos para la juguetera VTech con un grupo de periodistas a Hong Kong, el de Pirelli a Milán o el de Tino a Shanghai. Solíamos hacer visita de la factoría, entrevista a los ‘jefes’ y un par de días de ocio para agasajar a los medios e intimar hasta en lo personal. En un viaje jugamos un partido de rugby con una naranja a las 6 de la mañana en una habitación de hotel con dos de los periodistas más importantes (aún hoy lo son, claro, y nos llevaremos sus nombres a la tumba). Los viajes con periodistas eran deseados por ellos, pues además de hacer su trabajo podían tener un respiro de la redacción. Solo publicaban a la vuelta y no sufrían la presión de hoy, que tienen que producir 17 piezas para online y tuitear como pollo sin cabeza. 

 

2003

Llegó la ‘papelitis’, enfermedad que sufrían los directivos. ¿Sus síntomas? Cuando conseguías una buena cobertura en la web de un gran diario, el directivo te decía con ansiedad: “Pero, ¿lo han dado en papel…?” Daba igual si la web ya tenía más lectores…

 

2004

La boda de Felipe y Leticia era un acontecimiento mundial. Cada detalle del ágape se contaba con pelos y señales. Viñas del Vero nos contrató y aprovechamos la oportunidad de que los hoy reyes eligieran su vino Clarión para la boda. Explotamos la noticia en cientos de apariciones en medios.

 

2005

Las ruedas de prensa eran frecuentes y suponían el examen ante cualquier cliente para ver a cuántos periodistas convocábamos. Con internet, se hicieron innecesarias salvo para noticias gordas. Nació la ‘rueditis’: los clientes seguían queriendo que los medios les rindieran pleitesía y nos obligaban a hacer ruedas. Así que llorábamos a nuestros amigos de medios con un “mándame alguien a hacer bulto”, pues el cliente nos medía por el número de periodistas que habían ido; casi más que por cómo lo publicasen después…

 

2006

Durante siete años gestionamos la comunicación de la exclusiva marca de equipos de música y televisiones Bang & Olufsen. Tenía 70 tiendas en los sitios más caros de España. Eran como joyerías: solo entraban cada día 2,3 personas de media en cada una. Después de la crisis, B&O tiene menos de 20 tiendas en nuestro país.

 

2007

El calendario Pirelli era un objeto de deseo. Cada año lo comunicábamos con mimo…

 

2008

Llegó lo audiovisual. Desde 2008 hicimos noticias en vídeo y las colocábamos en medios online y conseguíamos interesar a teles, que gracias a esos vídeos veían la noticia y nos enviaban a un equipo propio a hacer su propia pieza para su informativo.

 

2009

La compañía 11811, con su icónico personaje con peluca afro, empleaba a 400 personas en un ‘call center’ en el que te daban toda la información y teléfonos de servicios públicos, etc., en un tiempo en que nadie llevaba internet en el móvil. Hicimos el libro ‘Me pone con el cielo’ y lo sacamos en el Telediario y cientos de medios. Tiempo después internet arrasó con esta empresa y gestionamos su crisis de comunicación por el despido de la mayoría de sus empleados.

 

2010

Convencimos a la Universidad Autónoma de Madrid de que debía entrar en redes sociales. Les creamos y gestionamos página en Facebook, Twitter y Youtube, e hicimos crecer su comunidad: un año más tarde eran la universidad número uno en redes sociales.

 

2011

Catenon nos encargó su salida a Bolsa en 2011 (al MAB), pese a que jamás habíamos hecho una comunicación de salida a los mercados de valores. Según un informe de la propia Bolsa de Madrid, el espacio que ocupó Catenon en medios fue el mayor en una salida al MAB, con seis veces más repercusión que la salida de Zinkia (Pocoyo).

 

2012

Iberdrola nos propuso investigar las mejores prácticas de comunicación digital en grandes empresas del mundo. Con lo aprendido, les ayudamos a trazar su estrategia de comunicación online. También organizamos un viaje a un parque eólico con blogueros para estrechar relaciones con algunos de los mayores influyentes.

 

2013

Wilkinson nos pidió impactar a los tuiteros más influyentes. Tiramos de psicología inversa para diseñar una acción que les encantó. Y como una de cada tres maquinillas de hombre las compran mujeres, atacamos a las prescriptoras con otra locura llena de humor.

 

2014

En marzo ese año creamos para Bankia un blog de economía “para que lo entiendan nuestras madres”. Pese a que aún era regular el clima contra el banco, el lenguaje llano que usamos y el sentido del humor hicieron del blog un éxito.

 

2015

Atresmedia creó su movimiento Crea Cultura para defender los derechos de los autores y llevar el debate a favor de la propiedad intelectual a la sociedad. Desde entonces les hemos ayudado a hacer oír su voz con un blog, Twitter, Facebook, y una presencia constante en la escena pública y en todo tipo de eventos.

 

2016

Nos adentramos en el mundo de la gastronomía de la mano de una gran marca, Miele, con la que trazamos estrategias de relaciones con medios y de comunicación digital, con la participación de youtubers, cocineros e interioristas que hicieron de embajadores de la prestigiosa marca alemana.

 

En 2017, Goodwill es una agencia que navega entre el mar de la comunicación digital y el de la comunicación más tradicional, con el negocio repartido al 50% entre ambos mundos que se complementan y forman un todo coherente. Hoy hacemos comunicación institucional, relaciones con los medios, gestión de redes sociales, comunicación interna y contenidos de texto y de vídeo para todo tipo de blogs y medios sociales. Dentro de 25 años os contaremos otra vez qué tal nos ha ido. Estaréis aquí, ¿no?



 

 

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