REDACCIÓN Jueves 29 de noviembre de 2012
Las empresas están estos días pensando en los detalles de la próxima fiesta de Navidad, ya a la vuelta de la esquina. Por ello hemos pedido algunos consejos útiles a dos expertos en la organización de eventos: Ana Herrera, Directora General de Global Events, y Elena Sánchez, Event Manager de Promotive.
Lo primero: intentar salirse de la rutina y buscar una celebración que tenga un punto de originalidad. Según señala Elena Sánchez (Promotive), “es esencial tener clara la idea inicial, y en los tiempos que corren, la originalidad prima por lo que salirse de las convencionales cenas estáticas innovando e integrando elementos como un Showcooking gana adeptos y clientes satisfechos. Hay agencias que ofrecemos paquetes cerrados con opciones diferentes y adaptables a empresas y particulares. Para facilitar y agilizar los trámites son necesarios siempre una serie de datos tales como: número de asistentes, posibles fechas deseadas, horario deseado, rango de edad de los asistentes, idea inicial, budget por persona aproximado. De este modo evitaremos propuestas que no nos satisfagan, se salgan de nuestro presupuesto o no concuerden con la idea que teníamos preconcebida”.
Pero los expertos advierten sobre todo de algunos errores frecuentes que nos pueden echar a perder la que tal vez sea la principal celebración del año de la empresa.
Elena Sánchez (Promotive) considera que uno de los principales errores es “dejar para el último momento y restringir a una fecha única inamovible lo que dificulta la disponibilidad de las posibles localizaciones”.
A este error habitual, Ana Herrera (Global Events) añade estos otros:
Controlar el nivel de la celebración. “En estas épocas de crisis en las que muchas empresas se ven obligadas a realizar ajustes, es importante que la percepción de la inversión en la cena de empresa por parte de los empleados no sea la de haber tirado la casa por la ventana pero tampoco hay que rebajar la celebración a niveles que puedan resultar ridículos”.
Celebrar la fiesta en “casa”. “En ocasiones, para ahorrar costes, las empresas deciden organizar la fiesta en sus instalaciones. Aunque la intención puede ser buena, será más complicado que los empleados se contagien del ambiente festivo que se supone a este tipo de celebraciones”.
Usar el discurso de Navidad para anunciar malas noticias. “No es el momento, se trata de agradecer el esfuerzo de todo el año y conseguir que los empleados disfruten de la fiesta”.
No incluir una actividad participativa. “La mayoría de las fiestas se limitan a una comida, un DJ y una barra libre. Desde Global Events cada año proponemos a nuestros clientes un abanico de “fiestas diferentes” para conseguir que la cena de Navidad sea única y fascinante y, sobre todo, marque un punto de unión y orgullo corporativo en todos los invitados. Que no se limite a un cóctel y unas copas. Una serie de propuestas de tematización que sirvan para romper el hielo, incluyendo actividades participativas que favorezcan la interrelación entre empleados que normalmente no tienen mucha relación por estar en departamentos diferentes, y que combine la cooperación con la diversión”.
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