sábado, diciembre 21, 2024

¡Quiero trabajar en una agencia de comunicación! ¿Qué debo hacer?

ANDREA RODRÍGUEZ-MIÑÓN, CONSULTORA DE GRAYLING Viernes 10 de enero de 2014

Hace unos días recibí un e-mail en el que una joven periodista me enviaba su currículo para que lo tuviésemos en cuenta ante una posible vacante en nuestra agencia. Al mismo tiempo, y de un modo muy amable, me pedía consejo sobre qué hacer para conseguir un puesto de trabajo en una agencia de comunicación.

Por supuesto, y ante tan entusiasta iniciativa, le di algunos consejos e información que espero le sirvan en esa búsqueda tan difícil y, en estos momentos, tan desesperante para muchos.

 

Sin entrar a dar más detalles sobre el perfil de esta amable joven pero que, inevitablemente, representa a los miles de licenciados de este país con formación teórica y poca práctica, debo decir que su petición me hizo reflexionar sobre los aspectos que realmente aportan valor en el desarrollo de una carrera profesional dentro de una agencia de comunicación. Probablemente, en el inicio de esa aventura se requieren conocimientos en periodismo o una capacidad demostrable de expresión oral y escrita, sin embargo, si poco a poco esos elementos no se combinan con aptitudes para el análisis, las relaciones interpersonales, iniciativa para ampliar contactos etc., habrá una carencia indiscutible que dificultará el desarrollo profesional dentro del sector.

 

Una agencia de comunicación no es la redacción de un periódico o la dirección de comunicación de una empresa, sino que ésta cuenta con un factor imprescindible y exclusivo que la diferencia de las otras dos: la imperante necesidad de crear nuevo negocio. Es decir, el requisito indiscutible de contar con un departamento, equipo o área que esté en continuo movimiento para hacer posible que las empresas soliciten los servicios de comunicación de la agencia.

 

En definitiva, un elemento clave que permita al capital humano seguir realizando su trabajo para sus actuales clientes y tener previsiones de incorporar nuevos contratos con el fin de mantenerse o crecer. Objetivo sine qua non de cualquier empresa privada y que, hoy más que nunca, es más complicado conseguir.

 

Si tuviese la oportunidad de sentarme con esta joven aspirante a trabajar en una agencia, le diría que su labor en la misma debe comenzar poniendo todo su empeño y esfuerzo en asesorar y gestionar sobre las mejores acciones de comunicación para su cliente y que, probablemente, la base de una formación adecuada y el trabajo del día a día le permitirán perfeccionar la labor que desempeñe.

 

Sin embargo, no debe olvidar que es imprescindible conocer bien el sector de las empresas para las que trabaje y que su formación debe ser constante con el fin de ampliar horizontes en todo momento pero, ante todo, no debe abandonar nunca la relación con periodistas o stakeholders.

 

Durante unos años irá evolucionando como profesional de la comunicación y se sentirá muy orgullosa de su trabajo. Sin embargo, si decide continuar su carrera en una agencia sus objetivos deberán ir más allá y no podrá limitarse al trabajo del día a día sino que deberá tener presente en qué otros aspectos de su cliente o a qué otras empresas puede asesorar en su labor como experta en comunicación. En definitiva, se trata de investigar, analizar, proponer, contactar etc. Y nunca olvidar que nada es imposible, que todo lo que se proponga y lleve a cabo con un trabajo constante lo conseguirá.

 

Por lo tanto, todos aquellos que trabajamos en comunicación y relaciones públicas debemos tener en mente que otro de nuestros principales retos es alcanzar nuevos objetivos a través de nuestra experiencia, talento y habilidad pero, sobre todo, con nuestra capacidad de comunicar y proponer las mejores ideas para las empresas.

 

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