ANA MAYO, SOCIA DIRECTORA DE SILVIA ALBERT IN COMPANY Viernes 5 de septiembre de 2014
Ana Mayo, socia directora de la agencia Silvia Albert in company, explica en un post algunas lecciones muy prácticas aprendidas en sus últimos 15 años de ejercicio profesional. Las hay de todo tipo, pero nos ha llamado especialmente la atención aquellas que tienen que ver con el trato entre consultor y cliente.
Las relaciones entre consultor de comunicación y cliente atraviesan, a veces, por momentos de complicaciones, malos entendidos y pequeñas o graves tensiones. Estas son algunas de las que Ana Mayo ha identificado en su post:
Tu cliente no sabe lo que haces.
Por defecto cree que tienes contactos para que se publique lo que a él le interesa y “pares” lo que no le gusta. Dedica algo de tiempo a explicarle en qué consiste tu trabajo y asegúrate de que entiende lo que puede esperar de ti.
No hay artículo bueno.
A tu cliente nunca le parecerá suficientemente bueno lo que se publica sobre su empresa. Recuérdale a menudo la diferencia entre un artículo y un anuncio publicitario.
No te justifiques después, avisa antes.
Tú ya sabes de antemano que el artículo no será perfecto. Nunca lo es. Explícaselo a tu cliente antes de que se publique.
El Top3 del cliente.
Por mucho tiempo que dediques a formación de portavoces, esta es la reacción natural de tu cliente ante una pregunta incómoda: “Eso no es noticia”; “Dile que no lo publique”; “Ese periodista no tiene ni idea”.
La portada de El País.
Da igual a lo que se dedique tu cliente. Nunca entenderá por qué no sale cada semana en la portada de El País. Aunque le expliques que sólo saldrá un breve… si quiebra su empresa.
Véndete sin complejos.
Explica periódicamente a tu cliente lo que has hecho y por qué, qué resultados has obtenido, qué ha salido bien y mal y cuáles son tus próximas propuestas.
La competencia siempre sale mejor para tu cliente.
Intenta incluir información objetiva sobre esto cada vez que te reúnas con él.
No pierdas la perspectiva de lo que tiene interés informativo.
Intenta no ceder ante las presiones de tu cliente para comunicar temas sin interés. Está en juego tu prestigio.