viernes, enero 3, 2025

Hay que trabajar para dignificar la profesión

CARLOS HERGUETA Y MARIO JIMÉNEZ, CO-DIRECTORES DE PR GARAGE Sábado 12 de mayo de 2018

Aunque no es fácil hablar de tendencias a largo plazo en un sector como el nuestro, que cambia a una velocidad cada vez mayor, pero sí que podríamos identificar algunos puntos comunes a los consultores de comunicación en los próximos años.

 

1) Dejar atrás la crisis definitivamente. Los años de vacas flacas empiezan a ser, afortunadamente, un mal recuerdo. A partir de aquí es importante que se trabaje por dignificar la profesión, y eso pasa por: no tirar los precios a la hora de presentar propuestas a clientes; racionalizar los horarios; ofrecer buenas condiciones laborales…

2) Más asesores y menos ejecutores. Algo que en ocasiones perdemos de vista en las agencias es que somos asesores de comunicación. Está muy bien gestionar las relaciones con los medios, enviar notas de prensa y organizar eventos, pero también hay que aconsejar, guiar y realizar una labor de asesoría con el cliente. En muchos casos se reporta a un director de comunicación que tenga las ideas claras, pero en otros no es así, por lo que el papel del asesor es fundamental.

3) Abiertos a la colaboración. Cada vez es más habitual que sean varias las agencias en las que decide confiar un cliente, y aunque algunas de ellas no serán competencia, otras sí, y puede que realicen trabajos similares. En estos casos habrá que saber colaborar, trabajar en equipo y salvar cualquier diferencia que pudiera existir.

4) Nuevos formatos. Algo a lo que dedicamos mucho tiempo en PR Garage es la búsqueda de nuevos formatos para comunicar. Materiales como notas de prensa, infografías, media alerts… empiezan a agotarse y los periodistas les dan cada vez menos valor. Aquí la creatividad es fundamental, al igual que el conocer bien a los medios, tanto a los que ya existen como a los nuevos.

 

5) Profesionalización de los influencers. El mundo de los influencers nacidos en las redes sociales lleva muchos años entre nosotros. Sin embargo, mucho humo y cierta burbuja ha habido también. Compra de seguidores y falta de reporte han sido el caldo de cultivo perfecto para caraduras que lo único que querían era atención y producto gratis. Con las cada vez más sofisticadas herramientas de medición y la saturación de influencers vamos a seguir viendo cómo “los buenos” cada vez son más profesionales: aportando un producto y una medición que justifiquen la inversión. Es algo que ya hemos venido viendo y que seguirá ocurriendo, ya que las compañías cada vez son más reticentes a dar su dinero o productos a ciegas, solo a cambio de promesas en forma de “tengo X mil seguidores”.