JAVIER GOIZUETA, CEO DE QUUM COMUNICACIÓN Sábado 12 de mayo de 2018
Si entendemos la comunicación como la elaboración y transmisión de mensajes bidireccionalmente entre empresas y grupos de interés en el mercado con objetivos diversos, la clave para anticipar el futuro de la comunicación dependerá de los siguientes aspectos: la evolución de los comportamientos sociales y los hábitos de consumo de información por los distintos segmentos de población con diferentes criterios de segmentación y la transformación de las herramientas de comunicación por las que haremos fluir los mensajes a los públicos de interés.
Para la comunicación del futuro inmediato debemos contar con la información que podamos obtener de las “Big Data”, ya que nos permitirán un mayor conocimiento de gran parte de los públicos con los que queremos establecer relaciones de comunicación. Esto condicionará las estrategias de las empresas que desde la era digital viene definida por los consumidores.
Por supuesto que poco podrá hacer la comunicación sin contar con los canales digitales y sus múltiples herramientas, webs, blogs, RRSS, que aún no se utilizan masivamente y no se dominan (vacíos legislativos, precio de los instrumentos digitales como smartphones y tablets, adecuación pendiente de los medios de comunicación para móviles, etc.).
Pero los seres humanos seguimos necesitando el contacto personal y el trato para establecer entre nosotros vínculos emocionales y darnos mutuamente servicio e información, así pues, la comunicación presencial seguirá siendo, mientras exista el hombre, el más poderoso de los métodos para comunicarse.
En resumen, la comunicación está aquí para quedarse por la misma naturaleza del hombre y la sociedad pero fomentando el encuentro personal y basada en el uso masivo de los instrumentos digitales donde se volcará el conocimiento humano y la interactividad en la transmisión de los mensajes.
Así, creo que las agencias de comunicación seguiremos ofreciendo servicios que podríamos llamar “convencionales” como relaciones con los medios de comunicación, comunicación de crisis, lobby, eventos, etc, y otros que se han incorporado en la última década pero que han venido a quedarse como la comunicación digital. Lo que cambiará serán las herramientas que utilicemos, no el servicio en sí mismo. Lógicamente nuestros profesionales serán cada vez más visuales, digitales, internacionales y más preocupados y comprometidos con ayudar a las personas y mejorar el mundo. Y tendremos cada vez más perfiles capaces de analizar el “Big Data” para tomar decisiones, sin perder los profesionales creativos que harán diferenciar a nuestros clientes en un mundo con cada vez más comunicación. Estamos ante el dilema en los colegios de preparar a una generación que no se sabe a qué podrá dedicarse porque no sabemos cómo serán las profesiones de dentro de 10 años, pero mientras el hombre sea hombre vamos a comunicarnos.