LUIS GANDIAGA, CORPORATE GENERAL DIRECTOR DE BEON.WORLDWIDE Martes 10 de julio de 2018
Parece que está de moda trabajar con una agencia de publicidad de carácter independiente.
Así lo dice el último informe de ‘NB Score Creativas’ de Scopen que analiza el nuevo negocio conseguido por las agencias creativas, donde la inversión global estimada que se movió en nuevo negocio en nuestro mercado fue de 630,3 millones de euros, siendo un 38,7% de este importe dependiente de las agencias independientes. Pero los nuevos negocios no caen del cielo y mucho menos se alimentan solos, hay múltiples retos a los que hay que hacer frente.
Las agencias independientes debemos trabajar tres aspectos: la eficacia, la innovación y el servicio al cliente. Una idea no tiene ningún valor si no es útil para el objetivo por el que fue concebida. Para que una marca apueste por nosotros como agencia, nuestro perfil como tal debe ofrecer una gran capacidad de flexibilidad y adaptación, la posibilidad de desarrollar o abarcar proyectos taylor made o conceptualizados ad-hoc, así como una mayor calidad del servicio en función del coste. En definitiva, ser un partner con recursos de alto valor creativo y estratégico. Un elemento que suma todavía más, si ese anunciante cuenta con limitaciones de presupuesto para invertir en publicidad, como ha sido el caso estos últimos diez años, caracterizados por el recorte generalizado de las inversiones. De ahí la importancia de “garantizar” el retorno de la inversión.
No hay que olvidar que la industria publicitaria tiene dos tipos de clientes: la marca y el consumidor final. Y que, tan importante es saber dónde está este último en cada momento, como estar al tanto de la estrategia de negocio del anunciante para el que se trabaja.
Teniendo en cuenta que cada marca es diferente y que una agencia trabaja para múltiples marcas de diversos sectores, parece que la única opción posible es tener una estructura interna camaleónica capaz de moldearse y adaptarse a diferentes servicios y conceptos.
En definitiva, caminos que nos llevan hacia un nuevo panorama marketiniano de agencias líquidas y sin fronteras.
Solemos oír que las marcas no son perfectas y, por ende, los consumidores tampoco lo son. En este sentido, nuestra estrategia se focalizará en hablar un mismo idioma a través de historias que ayuden a generar engagement en las marcas, saber interpretar los datos y transformar el modelo de negocio de las compañías, centrándolo más en el consumidor.
Y aunque todos ofrecemos un trabajo riguroso y profesional, las agencias independientes necesitamos tener el ‘músculo’ creativo activo y una labor eficaz de gestión.
El mercado demanda, sobre todo, perfiles muy cualificados, con una clara orientación al negocio y una rápida adaptación al cambio, ya que el entorno tecnológico evoluciona cada día. Debemos de ser ágiles, creativos y multidisciplinares teniendo muy en cuenta la omnicanalidad. En este sector, la creatividad, de la mano del talento, cobra un papel protagonista.
Ante esto, nos cabe planteamos la siguiente cuestión ¿sigue siendo este un entorno atractivo para atraer el talento? la respuesta es más que clara. No solo es un entorno que atrae talento, si no que el talento es necesario para el desarrollo de estrategias eficientes y originales. El talento es un valor seguro.
De aquí en adelante potenciemos la innovación, la especialización y la versatilidad. Apostemos por el talento que nos ayudará a ser más frescos en nuestras estrategias creativas. Estos, serán los pilares sobre los que se sostendrá la agencia independiente del futuro. be creative.
Artículo de Luis Gandiaga, beon. Worldwide Corporate General Director