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Reto 2019: Comunicar desde el contexto

ARTURO PINEDO, DIRECTOR GENERAL PARA ESPAÑA Y PORTUGAL EN LLORENTE & CUENCA Sábado 12 de enero de 2019

Las tendencias de la comunicación en el nuevo año implica necesariamente hacer primero un breve análisis de los acontecimientos que están modificando el escenario social, económico y político en el mundo occidental en general.

Los conceptos básicos de la comunicación dicen que emisor y receptor sólo pueden entenderse si ambos comparten código y contexto, evitando así que la comunicación se convierta en ruido. Además, en el tiempo no existen cesuras, y por lo tanto el cambio de año no supone un giro radical de las circunstancias, sino la continuidad de la evolución.


Sobre estos presupuestos, animarse a desgranar cuáles serán las tendencias de la comunicación en el nuevo año implica necesariamente hacer primero un breve análisis de los acontecimientos que están modificando el escenario social, económico y político en el mundo occidental en general. Sin ánimo de ser exhaustivo, destacaría los siguientes:

 

Ante este escenario, empresas, gobiernos e instituciones deben saber mostrarse, explicarse y reivindicarse, considerando el poder transformador de la realidad de cada uno de los factores arriba señalados. Y ahí está precisamente el quid de la cuestión: comunicar para dar respuestas efectivas a lo que está inquietando, retando o preocupando a la sociedad. Pero aquellas organizaciones que realmente deseen ser parte activa de la conversación saben bien cuáles son los mejores caminos de la comunicación en medio de un terreno siempre incierto.


Se habla de una tendencia ascendente a practicar una comunicación basada en principios éticos y responsables, que profundice en la transparencia para dar respuesta a las demandas de una sociedad que exige saber quién eres, qué haces, y por qué. Una comunicación que permita a la organización participar en los grandes debates apoyándose en su propia contribución a la mejora de su entorno, desde un propósito corporativo claro y auténtico que ofrezca referentes sólidos y creíbles a una ciudadanía desorientada. Una comunicación inclusiva que cede al interlocutor un papel protagonista, y que coloca a empresas y personas en un mismo nivel. Pero para que esta voluntad sea efectiva, es preciso trabajar para conocer cada día mejor el escenario donde la organización se desarrolla. Y avanzado este análisis permanente, será preciso utilizar los canales y formatos correctos para alcanzar a los públicos de interés.


Si bien se mira, no hay grandes cambios respecto a lo que ya ocurría en 2018. Lo que sí está sucediendo es que aumenta la brecha entre quienes se dan prisa por adaptar su comunicación al código y al contexto, y aquellos que aún dormitan en su viejo sueño de titulares de imprenta y que pronto despertarán, mirarán a su alrededor y descubrirán alarmados que ya no son nada.