REDACCIÓN Martes 12 de marzo de 2019
«El éxito de una agencia surge de la capacidad de sus profesionales por una historia que nadie conozca, que genere interés y después se hable de ello en los medios”, asegura la CEO de Kohl Comunicación.
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Puede afirmarse que la comunicación es un elemento variable y en constante evolución. Como bien es cierto que, actualmente, todo este proceso de cambio se produce a una velocidad trepidante frente al ritmo paulatino de las últimas décadas. Las nuevas tecnologías siguen imponiéndose en el panorama social y traen consigo un buen puñado de ideas, nuevas formas, canales o estilos. Solo hay una máxima para no estancarse en este negocio y que radicará, por tanto, en la capacidad de las empresas para adaptarse y reinventarse a los nuevos tiempos de comunicación.
Ante la transformación sectorial y generacional que han vivido los medios durante los últimos 30 años, seguimos encontrando casos de profesionales del sector que han sabido mantenerse en el negocio por su habilidad para la comunicación.
Rocío Sacristán es un ejemplo de ello. Esta empresaria madrileña fundó su propia agencia hace 18 años, y en este tiempo ha sabido evolucionar y elevar su propuesta tanto para los clientes como para los periodistas, sabiendo cómo adaptarse a los nuevos escenarios de comunicación. “La misión de una agencia de relaciones públicas no puede reducirse, exclusivamente, a redactar notas de prensa. El éxito de una agencia surge de la capacidad de sus profesionales por una historia que nadie conozca, que genere interés y después se hable de ello en los medios”, asegura la CEO de Kohl Comunicación.
En los inicios del sector las empresas entendían la comunicación como ventas. Hoy en día, el emisor ha evolucionado y ya comprende la necesidad de comunicarse a todos los niveles. “Hace años, cuando trabajábamos en el lanzamiento del nuevo producto de un cliente, comprendimos que el nivel de noticiabilidad para la prensa residía en el simple hecho de que el producto fuese novedoso o desconocido por el gran púbico.”, señala Rocío Sacristán. “Ahora, con la sobreinformación a la que estamos expuestos, los clientes tienen que actuar de una manera original, tener una estrategia diferencial y solucionar sus problemas de una manera creativa. Para ello no hay que poner límites a la imaginación. Hay que entender al target de nuestro cliente y diseñar la forma de llegar a él adaptando los mensajes y contenidos a los diferentes canales, sin fronteras entre offline y online y con el mayor número de sinergias posible en todos los aspectos”, concluye la CEO.
LA COMUNICACIÓN 3.0 EN LAS AGENCIAS
La 3.0 es un tipo de comunicación adaptada al consumidor moderno y a las exigencias de un usuario que convive con los excesos de la información en el escenario tecnológico. Ahora el cliente opina y es realmente exigente. Es él quien tiene el poder de la relación contractual. Este cliente ha evolucionado transformándose en inconformista, y ansía información y contenidos inéditos e interesantes. Incluso forma parte activa en la planificación de las estrategias diseñadas por la agencia. El término cliente desaparece y ahora las empresas se comunican con personas concretas, cada cual con unos intereses y características diferentes.
Rocío apunta que “con la comunicación 3.0 aparecen algunos conceptos clave que deberán trabajarse en pos del beneficio del cliente como el posicionamiento web (tráfico en Google), el mailing personalizado (no más envíos masivos), la geolocalizacion (el usuario busca información según su ubicación), el social commerce (el mercado de los „Me gusta?).
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