NURIA IGLESIAS FERNÁNDEZ, DIGITAL TECHNOLOGIES MANAGER DE EUROFORUM Viernes 12 de julio de 2019
No se puede negar que el sector de los eventos augura un futuro prometedor. Apoyado por los avances de la tecnología y el uso de los dispositivos móviles evoluciona hacia un mundo virtual que abre miles de posibilidades todavía no exploradas.
Sin embargo, estos mismos avances nos presentan en paralelo a los profesionales un nuevo desafío: humanizar nuestros eventos con el fin de crear experiencias verdaderamente disruptivas que nos permitan diferenciarnos de la competencia.
Aristóteles, padre de la filosofía occidental, afirmaba que el hombre es un ser social por naturaleza. Recordar que el ser humano nace con esa característica social, y que la desarrolla a lo largo de su vida, es esencial para saber adaptar nuestros eventos corporativos a las nuevas tendencias tecnológicas sin correr el riesgo de que se conviertan en algo frío y pierdan ese “toque de humanidad».
De este modo no podemos olvidar la importancia de dar “calor” a nuestros eventos, lo que nos ayudará a crear experiencias de usuario inigualables, pero también humanas.
Es cierto que en la última década hemos visto cómo los eventos se enfocaban cada vez más a un entorno puramente online, una tendencia que poco a poco ha ido decayendo hasta la actualidad en la que se ha evidenciado su pérdida de fuerza.
Un hecho realmente previsible porque, si bien es cierto que los eventos online cumplían el objetivo de alcanzar con menores costes a su público objetivo y se promocionaban bajo la capa de las redes sociales, paradójicamente eran infinitamente menos efectivos que los eventos físicos por su menor engagement y contacto personal. En definitiva, eran menos efectivos y productivos por perder ese rasgo social del ser humano, de poder interactuar cara a cara con los “otros”, construir una relación de confianza entre las partes, interactuar, intercambiar sentimientos y emociones…
¿Eso quiere decir que hay que dejar de lado la tecnología? No, por el contrario, hoy más que nunca hay que apoyarse en ella; no podemos obviar un aspecto ya consolidado en nuestro día a día. Pero es importante articular el evento en torno a la tecnología de tal forma que esta nos ayude a humanizarlo.
Se deben plantear nuevos escenarios con espacio para las últimas tecnologías aplicadas a la organización de eventos como, por ejemplo, el uso de la holografía para la visualización de presentaciones o la preparación de reuniones, herramientas de monitorización, encuestas de opinión al usuario durante el propio evento que midan, en tiempo real, su grado de satisfacción, etc. Siempre buscando la manera de generar una relación y conseguir feedback del público.
Es importante que los expertos en la organización de eventos acompañen a sus clientes en la implementación de las tecnologías en sus acciones haciendo más fácil el proceso de Transformación Digital de dichos eventos. Así, empleando los elementos tecnológicos necesarios para crear experiencias disruptivas conseguiremos una mayor satisfacción de los usuarios y garantizaremos una siguiente edición de nuestro evento más prometedora. Pero ¡ojo!, no basta con permitir a los asistentes disfrutar de sensaciones y experiencias impactantes (realidad virtual, realidad aumentada, holografía, simuladores, herramientas de geolocalización, etc.) si esto no se conjuga con la generación de interacción y networking.
Realmente ¿se pueden humanizar los eventos en la era de la tecnología? Categóricamente sí, solo tenemos que poner la tecnología al servicio de esa dimensión del ser humano como ser social, de esa relación con el “otro”, para poder crear vínculos de relaciones interpersonales a través de ellos.
