REDACCIÓN Viernes 20 de septiembre de 2019
Fudeat analiza las principales claves que hay que barajar.
Ser anfitrión y comensal al mismo tiempo ya no es un quebradero de cabezaTermina el verano pero lejos de acabarse los encuentros sociales comienza una etapa con nuevas citas especiales, muchas comidas e inacabables cenas: puentes, navidades, nochevieja… Todo anfitrión siempre quiere sorprender a los comensales con los sabores y el emplatado, pero a la vez poder formar parte de la mesa y ser otro integrante más de ella. Fudeat, el Marketplace online dedicado a recopilar las mejores propuestas de caterings de la ciudad, ha analizado las tendencias que han contagiado la gastronomía y en especial el mundo del catering. Borja Boada, CEO de Fudeat, explica los cuatro aspectos importantes a tener en cuenta para organizar un buen evento:
1 – La sostenibilidad: se trata de una preocupación global que ningún anfitrión puede pasar por alto. “Ya no solo vale con una buena comida y presentación, el cliente busca buenas prácticas en todo el servicio: productos ecológicos que no hayan sido alterados, transporte en furgonetas y camiones con cero emisiones, nada de plástico, políticas contra el desperdicio de comida, además del reciclaje de toda la basura que se genera en los eventos”, cuenta Borja. “Todo cuenta”, dice con total seguridad. Para ello, las empresas de catering se han ido sumando a distintas iniciativas como “Eco-Green packaging”, impulsada por Fudeat. Algunos caterings como Amas Antojo, La Petrella, Pleneat, Ines&Co, Krisalia, Mon Ebre han llevado esta filosofía a sus cocinas y se preocupan de que todo el proceso de elaboración de la comida sea sostenible desde el obrador hasta la mesa.
2 – La cocina de mercado: El producto fresco se nota y los invitados lo saben. Llegar a una cena y descubrir que todos los platos están cocinados con alimentos de temporada es hoy en día un lujo. Existen caterings que disponen ya de su propio huerto donde cultivan algunas de las hortalizas que luego utilizan para cocinar sus platos. No solo es la tranquilidad de saber que todas las propiedades de las frutas y verduras se mantienen intactas, sino que con este gesto se contribuye a fomentar e impulsar el producto local. “Un ejemplo es Cristina Oria. Tomates, calabazas, espárragos son recolectados cada día”, explica Borja.
3 – La decoración: El concepto del catering ha evolucionado a caballo de las exigencias estéticas y hoy en día cualquiera tiene la posibilidad de poner una mesa espectacular. Muebles de madera antigua, plantas, jarrones de cerámica, puestos de comida… Los caterings ya cuentan con todos estos elementos y cuidan hasta el último detalle a la hora de servir la comida. Ya sea un desayuno o un cocktail, algunos caterings sorprenden con su delicadeza a la hora de decorar. Hay que tomar nota de ellos: Valdepalacios, Un bizcocho para Teo, Actual, Aga, Quilicuá o Royal Catering by Fairmont.
4 – Los buffets: Para cada ocasión existe un tipo de mesa, pero es verdad que las cenas o comidas tipo buffet tienen cada vez más adeptos. “Te aseguras de que no te equivocarás con el sitting y puedes poner mayor variedad”, apunta Borja. Aportar ese punto de informalidad con el que los invitados puedan levantarse y elegir está cada vez más de moda. La principal ventaja de esta opción es que permite tener diferentes puestos con una variedad de comida increíble. “Ya no hace falta tener un comedor o casa grande”, comenta Borja. Optimizar el espacio haciendo que el invitado vaya al plato es ahora una forma de sociabilizar y de permitir que los comensales elijan con quién hablar en cada momento. Algunos de los caterings que Fudeat recomienda con este tipo de servicio son The Cook, Tatin para Madrid y Sarova, Funky Kitchen o Lau Cooks para Barcelona.