Cuando me siento en noviembre a escribir mis predicciones de tendencias, normalmente observo un tema principal que creo que va a crecer en importancia el año próximo. Lo único distinto en esta ocasión es que ese tema lleva siendo el mismo durante tres años consecutivos: me refiero al caos.
Por Marian Salzman / 27 de enero de 2022
Por esta misma época del año pasado, en mis Predicciones, observé que la resiliencia y la adaptación estarían a la orden del día, y del año. Sentirnos más cómodos con la incomodidad ha resultado muy práctico en 2021, sobre todo porque permanecemos en el limbo y nos seguimos enfrentando a amenazas existenciales para la humanidad y para el planeta, además de que parece que damos dos pasos hacia atrás por cada paso hacia delante.
Lo cierto es que la mayoría de nosotros no emprende 2022 con la misma sensación de alivio y anticipación que sentía hace doce meses, cuando por fin logramos dejar 2020 atrás. ¿Será 2022 una nueva versión de 2021? ¿O conseguiremos poner en práctica algunas de las lecciones que hemos aprendido durante el transcurso de la pandemia para crear un mejor camino que recorrer?
No tengo respuestas claras, pero confío en que mis 22 predicciones de tendencias para 2022 aporten un pequeño granito de arena a la hora de poner orden en un mundo totalmente desordenado. Entre las tendencias que creo que van a definir este año se encuentran las siguientes:
La salud mental saltará a la palestra
A medida que el mundo se familiariza con las llamadas «enfermedades de la desesperación», es el momento perfecto para adoptar las herramientas y tecnologías necesarias a fin de abordar los problemas de salud mental y fomentar el bienestar. Mantas pesadas, terapia de flotación, semanas laborales reducidas, meditación impulsada por la realidad virtual… También cabe esperar un aumento del número de aplicaciones de bienestar y dispositivos de retroalimentación neurológica que se puedan llevar encima, algunos incluso con suscripciones pagadas por las empresas.
Nuevo planteamiento de nuestra forma de trabajar
Tras la Gran Pausa motivada por la pandemia, el público se está replanteando lo que desea obtener del trabajo y cuánto está dispuesto a soportar. Se espera mucho más de las empresas, lo que no solo se refiere a un salario justo sino también a iniciativas de diversidad, igualdad e inclusión efectivas, así como al compromiso de promover la justicia social. Mientras que las empresas estudian enfoques híbridos y buscan formas más inteligentes de mejorar y ampliar las habilidades de sus plantillas, cada vez habrá más especialistas tanto internos como externos «responsables de la cohesión» que tendrán que unir a trabajadores dispersos de forma significativa.
Admiración por la ciencia y temor de la ciencia
La resistencia a las vacunas no es ninguna novedad, pero la politización de la ciencia ha alcanzado unas dimensiones que amenazan con boicotear el progreso y que, casi con absoluta seguridad, contribuyen a aumentar las muertes por COVID-19. El temor a las tecnologías de vanguardia, como la edición genética, resultará incluso más divisivo.
La ausencia de un punto medio
En esta época tan polarizada, en la que ha aumentado tanto el odio, las posiciones «centradas» se han labrado una mala reputación. La mayoría de la gente tiende a ser centrista en muchos aspectos, pero no son esas personas quienes marcan el orden del día ni quienes impulsan los ciclos de noticias. A medida que se hace más patente que con el extremismo no vamos a parar a ningún sitio, aumenta el número de personas que se acerca conscientemente a la postura de que el consenso no es un anatema y de que colaborar en nuestros mayores retos no es algo que quepa despreciar.
¿Qué más cabe esperar el año que viene y más allá? En el informe de 2022, he resumido mis ideas en 22 puntos. Confío en que este año no sea ni de lejos tan ajetreado como 2020, pero los pasajeros espabilados se dejarán el cinturón abrochado.
Esta información ha sido originalmente publicada en BlogHer, el 20 de diciembre de 2021
