11 de mayo de 2023
La Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en una revolución silenciosa que ha monopolizado la agenda mediática y que está revolucionando la comunicación de las marcas, sus estrategias de márketing e incluso la forma en la que se enfocarán las campañas políticas de los próximos comicios en Estados Unidos. No hay vuelta atrás mientras el debate sobre cómo regularla acapara cada día más protagonismo y preocupación tanto en los órganos políticos como en el ámbito social.
Este tema, en el que el Presidente y fundador de Findasense, el tecnólogo Rafael Tamames, es experto, ha centrado el primer encuentro profesional que surge de la colaboración de Findasense con Top Comunicación para analizar con los profesionales de la comunicación y el márketing el futuro que viene.
Para Amparo Plaza, socia fundadora y directora de Comunicación y Marketing de la consultora de asuntos públicos Estrategos, la IA será determinante en las próximas campañas electorales entre Biden y ¿Trump? y, poco a poco, en las estrategias políticas de todos los partidos. “Creo que no estamos todavía capacitados para poder ver exactamente cómo nos va a cambiar la vida, pero realmente va a producir un cambio muy brusco”, explica. “Las campañas políticas son percepciones y la inteligencia artificial trabaja percepciones. Y va llegar un momento donde no vamos a saber distinguir lo que es verdad de lo que no lo es”. En su opinión, la IA va a suponer un salto cualitativo tan importante como el que supuso la llegada de Internet.
La consultora Estrategos está especializada en crear puentes que sirvan para unir los intereses del mundo de la empresa con el entorno regulatorio de los parlamentos a través de una actividad cada vez más al alza como es la de los asuntos públicos. Desde esta perspectiva, Amparo Plaza no confía en una rápida regulación de herramientas sofisticadas como Chat GPT. “Es imposible que la Administración vaya al ritmo de la Inteligencia Artificial”, explica. “Me parece bastante difícil regular algo que no sabemos ni lo que va a implicar por la magnitud que tiene. El Estado tendrá que poner una base para que nadie se salga del tiesto pero hay una gran parte tendrá que ser autorregulación personal”.
El de los asuntos públicos es un sector que ha crecido exponencialmente en los últimos años, “seguramente a consecuencia del bipartidismo roto” en España. La fragmentación política y la alta incertidumbre regulatoria –nacional y europea- están llevando a las empresas a intensificar su actividad institucional de asuntos públicos. “Las empresas lo están sufriendo en el sentido que tienen que abordar retos que hasta ahora no tenían”.
IA y las elecciones
Diversos estudios ya lo han probado. La inteligencia artificial puede predecir con precisión cómo una persona votará en las elecciones. Los estudios utilizan modelos de aprendizaje automático para analizar datos de encuestas de opinión y comportamiento político. Los modelos de IA pudieron predecir con precisión el partido político al que una persona se identificaría y cómo votaría en las elecciones. Es más, estos modelos pueden construir una gran cantidad de mensajes personalizados para el votante.
“En este ciclo electoral no me preocupa tanto porque está empezando y, de alguna manera, no hay una gran experiencia”, explica. “Es como, por ejemplo, cuando Obama integró las redes sociales en la campaña del 2008. Fue la primera vez y tuvo resultados sorprendentes, pero era incipiente”.
“Ahora mismo el uso que se le pueda dar a la inteligencia artificial va a ser limitado, desde mi punto de vista, porque no sabemos cómo utilizarla, cómo integrarla. ¿Qué pasa ahora?, que los canales informales son digitales, como WhatsApp, Telegram, Twitter, Instagram o TikTok. Las marcas no saben cómo utilizar exactamente los canales informales para conseguir ciertas cosas porque se ha sofisticado tanto que se necesita un conocimiento altamente profundo y técnico de las nuevas estrategias de comunicación. Y ahí, la inteligencia artificial, desde mi punto de vista, va a jugar un rol protagonista en esos canales informales”.
