BELÉN LÓPEZ (ABBVIE) / La historia de las redes sociales es la crónica de cómo hemos cambiado la forma de comunicarnos en el siglo XXI, cómo hemos evolucionado de la agilidad del correo electrónico y los foros de internet hasta la inmediatez de los tuits y las stories de Instagram. Pero, más allá de su papel en nuestras vidas cotidianas y de la manera en que interactuamos, las redes sociales han asumido un papel trascendental en el campo de la salud.
Por Belén López, Directora Pacientes y Comunicación de AbbVie / 29 de junio de 2023
El Día Mundial de las Redes Sociales es más que una celebración de cómo nos conectamos, es un recordatorio de cómo podemos usar estas herramientas para educar, informar y apoyar a los demás en el camino hacia una vida más saludable.
Desde el nacimiento de SixDegrees en 1997, las redes sociales han ido evolucionando de una forma casi inimaginable. MySpace, Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y tantas otras, surgieron para conectar a las personas como nunca antes. En los 2000, comenzamos a crear las comunidades digitales: empezamos añadiendo amigos a nuestras cuentas, compartiendo imágenes, comentarios y hablando con la red a través de nuestros canales… En poco tiempo, surgen los perfiles corporativos y pasamos de hablar a interactuar, y de escribir a publicar posts, buscando el famoso engagement.
Pocas personas y empresas son ajenas a lo que es ya una vorágine de canales que, usados con responsabilidad y coherencia, son una ventana abierta a la información y acceso a nuevas oportunidades. Hoy, Día Mundial de las Redes Sociales, es un buen momento para recordar lo que Instagram, Facebook, Twitter, LinkedIn o Tik Tok –por mencionar algunas de ellas- aportan a nivel sociosanitario.
Muchas de las cosas que nos interesan, preocupan o despiertan nuestra curiosidad son accesibles gracias, entre otras cosas, a las redes sociales. La realidad es que estos canales ocupan buena parte de nuestro tiempo personal y profesional y que el 85% de los usuarios de Internet de 12 a 74 años hacen uso de ellas a diario, tal y como recoge el Estudio de Redes Sociales 2023 desarrollado por IAB Spain.
Aunque su uso es global y multisectorial, a nivel sanitario, las redes sociales aportan un valor añadido y diferencial en cuanto a actualización y divulgación en salud. Hoy la comunicación sanitaria es más social gracias en parte a las redes, donde se maximiza el alcance del conocimiento y la investigación.
Esta realidad no ha sido ajena a los pacientes. Según el informe “Identify intelligent communication strategies in healthcare through social media”, elaborado por la empresa de inteligencia Definitive Healthcare en 2023, el 53% de los pacientes asegura que les gustaría ver más contenido de salud en sus redes sociales. Afortunadamente, cada vez más organizaciones y grupos de pacientes cuentan con un perfil profesional para compartir experiencias reales y ofrecer recursos a personas que puedan encontrarse en una situación similar.
Stories divulgativos, copys que invitan a seguir leyendo, reels emocionantes y directos entre instituciones, pacientes y expertos sanitarios, conviven con rigor informativo para mostrar experiencias reales humanizando el ámbito de la ciencia y la salud. Hablamos de fuentes potentes y poderosas que contribuyen a humanizar la sanidad, ayudan a luchar contra los estigmas que provocan algunas enfermedades y visibilizan las necesidades y retos que afrontan las personas que conviven con enfermedades crónicas.
Trabajar en una compañía biofarmacéutica centrada en trasformar la vida de las personas, me ha brindado la oportunidad de estar cerca de pacientes y conocer sus necesidades, metas y proyectos profesionales. Historias que inspiran, que generan una llamada a la acción y que contadas en primera persona a través de una herramienta como las redes incrementan su impacto y visibilidad.
Para las personas que trabajamos en el ámbito de la comunicación en salud, las redes sociales son parte de nuestro día a día. Desde un punto de vista institucional, LinkedIn, Twitter, Instagram… nos empujan a ser más agiles, dinámicos y creativos, pero sobre todo nos ayudan a ganar en cercanía y ampliar nuestra red de contactos para colaborar y compartir conocimiento, reflexiones y acercar la ciencia a la sociedad.
El Día Mundial de las Redes Sociales es una buena oportunidad para recordar la importancia de hacer un uso responsable de ellas y pensar en todos los perfiles y edades de usuarios que pueden estar buscando respuestas. Es nuestra responsabilidad adquirir las habilidades y capacidades necesarias para estar a la altura de lo que los pacientes y la sociedad precisan.