El 18 de marzo del 2020, la canciller alemana Angela Merkel tenía que trasladar en un ambiente de incertidumbre los primeros mensajes sobre su futura gestión frente a la crisis del COVID-19.
Por Redacción, 31 de julio de 2021
A través del uso de metáforas políticas, consiguió acercarse a un público heterogéneo y hacer visible diferentes conceptos médicos. Así lo ha analizado el estudio “Metáforas en lenguaje político: análisis del discurso televisado de la canciller Angela Merkel sobre la pandemia de COVID-19” realizado por el periodista Fran Méndez para la AKAD University en Stuttgart.
Una metáfora tiene como objetivo básico crear un vínculo entre un objeto real y un objeto imaginario para que el receptor del mensaje pueda reconocer y entender de lo que se está hablando con ejemplos cotidianos. Angela Merkel basó su primer discurso al comienzo de la pandemia en cuatro metáforas clave: la transparencia, la unidad, el virus como enemigo y la disciplina.
“La transparencia es una de mis metáforas favoritas. Los ciudadanos hemos aceptado y adquirido en nuestra vida cotidiana que un argumento puede ser transparente cuando no es cierto, ya que un argumento es abstracto y la transparencia solo le corresponde a los objetos físicos”, aclara el periodista. La canciller alemana emplea metáforas, como «que también hagamos transparentes las decisiones políticas y las expliquemos», para tranquilizar a la audiencia. Esto significa que la decisión (término real y receptor de la imagen) son transparentes (término abstracto y emisor de la imagen) y, por tanto, se les atribuyen las características y la connotación positiva de transparencia.
El sentimiento de unidad, de comunidad y de pertenencia a esta fue repetido por Angela Merkel hasta en cuatro ocasiones para calmar a la población y, sobre todo, para evitar crear una separación entre la clase política y la ciudadanía. Acorde con Fran Méndez, “al usar este término, se acerca a la audiencia, se evita el sentimiento de soledad y se posiciona un sentimiento de protección y cercanía”.
Para lograr situar al virus como nuestro enemigo se emplearon metáforas bélicas muy frecuentes en el periodismo científico para visualizar conceptos médicos (por ejemplo, luchar contra el cáncer) que pueden ser de difícil comprensión para un ciudadano medio. «Se trata de frenar el paso del virus por Alemania», mencionó Merkel. Aquí se puede observar una personificación, ya que el virus está «en camino».
Por otro lado, la moral y la disciplina. Estos conceptos son aprendidos desde la infancia cuando comenzamos a diferenciar entre lo que está bien y lo que está mal. Angela Merkel las emplea al final del discurso: “No dependerá solo, pero también de lo disciplinados que seamos todos siguiendo e implementando las reglas. Aunque nunca hayamos vivido algo así, tenemos que demostrar que actuamos con cordialidad y sensatez y así salvaremos vidas ”. Esto muestra una combinación perfecta entre la moralidad (la disciplina de la población) junto con la metáfora (salvar vidas).
Fran Méndez, autor del estudio, trabaja como Senior Communications Specialist para la empresa de químicos BASF en su sede en Berlín.