ARTÍCULO DE MARTA GALLEGO (WEBER SHANDWICK) / La comunicación en salud pública juega un papel fundamental para mejorar la prevención de enfermedades, la promoción de hábitos saludables y la salud general de la población. Campañas de concienciación con mensajes claros sobre vacunación, la prevención y detección temprana, el autocuidado, la alimentación saludable, el ejercicio o la prevención de enfermedades crónicas, pueden tener un impacto profundo en la salud de los ciudadanos.
Por Marta Gállego, VP Área Healthcare en Weber Shandwick / 20 de junio de 2024
En este sentido, los profesionales de la comunicación (periodistas, consultores de comunicación, gabinetes de comunicación, etc.) debemos trabajar estrechamente con los profesionales sanitarios para garantizar que la comunicación sea comprensible, precisa y relevante, de modo que cumpla su función de informar, educar y empoderar a las personas en lo que respecta a su salud y bienestar.
“Los medios de comunicación pueden influir en las actitudes y comportamientos de la población mediante la difusión de información precisa y relevante”
Sin lugar a duda, los avances tecnológicos han revolucionado la comunicación en salud y la forma en que las personas acceden a la información. Y es que, a través de las herramientas digitales, en constante evolución, como los portales de pacientes, aplicaciones móviles y sitios webs, los pacientes pueden buscar síntomas, información sobre tratamientos, recomendaciones de hábitos saludables, e incluso acceder a su propia información médica en línea de manera rápida y conveniente. En este sentido, los medios de comunicación y los profesionales de la comunicación en salud debemos estar a la vanguardia en el uso de tecnologías digitales, sus ventajas y sus riesgos, garantizando que la información publicada sea precisa y no genere confusión. Las redes sociales también juegan un papel importante, actuando como altavoces y permitiendo una difusión más amplia de la información sobre salud de forma inmediata y ofreciendo una nueva vía para el apoyo comunitario y la educación sanitaria.
En este nuevo mundo totalmente digitalizado, la inteligencia artificial (IA) también ocupa su lugar y ha comenzado a tener un impacto transformador en la comunicación dentro del sector salud. Los chatbots de IA, por ejemplo, pueden proporcionar respuestas instantáneas a preguntas frecuentes, liberando tiempo valioso para el personal médico y mejorando la experiencia del paciente. Además, la IA puede ayudar a personalizar la comunicación, asegurando que los mensajes sean relevantes para las necesidades individuales de cada paciente.
Pero, al mismo tiempo que ofrece grandes ventajas, la salud digital se enfrenta a algunos desafíos: garantizar la protección de datos personales y la seguridad de la información, la desigualdad en la población en el acceso a herramientas y dispositivos digitales, la resistencia por parte de alguna parte de la población a la adopción de las nuevas tecnologías, y la necesaria formación y capacitación constante de los profesionales sanitarios y profesionales de la comunicación en el uso adecuado de las herramientas digitales.
“La digitalización nos brinda nuevos canales para la comunicación en salud, con un alcance más amplio y una interacción más directa con el público. Pero también ha traído consigo desafíos únicos, como la proliferación de información falsa o no verificada, y la necesidad de estrategias de comunicación adaptadas a cada público y cada plataforma”.
En resumen, la comunicación en salud pública es esencial para empoderar a la población y mejorar la prevención y la salud en general. Los medios de comunicación y las herramientas digitales desempeñan un papel clave en este proceso. La salud digital ofrece grandes oportunidades, pero también requiere abordar desafíos para garantizar su implementación exitosa.