Por Vanesa Peloche, fundadora y CEO de BELIEVERS. / 12 de julio de 2023
El pasado 8 de junio se celebraba el Día Mundial del Océano. Nosotros hemos querido esperar unos días para hablar de esta temática con un doble objetivo: poner de relevancia que el océano se protege los 365 (o 366) días del año y recoger el impacto de las iniciativas impulsadas por compañías que han asumido un rol activo con la causa del océano.
Para situarnos de la importancia que tiene la implicación del conjunto de la sociedad en la protección del océano, recogemos la tribuna “Planeta Oceánico, las corrientes están cambiando”, escrita por Carol Portabella, Presidenta de la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco en España, y publicada en efeverde con motivo de esta efeméride.
En este interesante texto se advertía acerca de un dato muy relevante: y es que es “capaz de suministrar el 50% del oxígeno que respiramos, lo mismo que las masas vegetales terrestres (…) y de absorber el 30% del dióxido de carbono que producimos, el océano juega un papel determinante en el equilibrio medioambiental y en la regulación del clima pero también, como fuente de proteína de tres mil millones de personas”, destacaba Carol. “Se trata -añadió- de una inmensidad inexplorada, donde hasta ahora solo el 1,2% está protegido” por eso será fundamental que al menos 60 países ratifiquen y adopten el Tratado de Alta Mar, y juntos nos dirijamos hacia “un modelo de desarrollo y convivencia más justo y más sostenible, en el que cohabitaremos en equilibrio con las demás especies del planeta Tierra, sin agotar los recursos que ésta nos ofrece” concluía la Presidenta de la FPA2 en España.
En BELIEVERS. siempre hemos puesto en valor el relevante rol de las compañías para actuar como divulgador de propósitos globales. Las marcas inspiran a las personas y les acercan realidades que van a determinar nuestro futuro en el planeta. En este contexto, los equipos de comunicación adquirimos un nuevo papel que va más allá de la comunicación de productos o servicios para persuadir a los consumidores, convirtiéndonos en divulgadores de propósitos para movilizar a la sociedad.
Con esta responsabilidad, marcas e iniciativas dan un paso adelante, se comprometen, actúan y comunican cómo impulsar el cambio a través de la colaboración.
Hoy charlamos con líderes de innovadores proyectos que tienen como misión el cuidado del océano. Doris Casares, Chief Communications Officer de Grupo Iberostar, Andrea Ruzo, directora de la Fundación ECOALF, Amaia Rodríguez, Fundadora y Co-CEO de Gravity Wave, Raúl Sanahuja, director de comunicación de EPSON,
VANESA PELOQUE (V.P.): Doris, liderar la comunicación de una compañía del sector travel ya es levantarte cada día sabiendo que vas a inspirar y emocionar a tus públicos. Pero es que en vuestro caso, además sois pioneros en el impulso de un modelo de turismo responsable y trabajáis cada día en línea con los pilares de vuestro movimiento Wave Of Change: eliminación de plásticos de un solo uso (objetivo ya alcanzado) avanzando hacia una economía circular, fomento del consumo responsable de pescado y cuidado de la salud costera. ¿Qué peso y relevancia tiene en vuestra comunicación esa responsabilidad divulgativa hacia vuestros clientes?
DORIS CASARES (D.C.): Grupo Iberostar es una compañía con un fuerte sentido del propósito y con una visión a largo plazo, y en consecuencia en todas nuestras comunicaciones tanto hacia nuestros empleados como hacia nuestros clientes transmitimos los principales valores que llevan con nosotros más de 65 años: la pasión por todo lo que hacemos, la transparencia a la hora de hablar con nuestras audiencias, la creatividad que implementamos cada día a través de ideas y canales innovadores, la responsabilidad en cada una de las decisiones que tomamos y la humildad que nos caracteriza como Grupo. Liderar la comunicación global de una compañía única en el sector como es Iberostar significa trabajar con pasión y convencimiento cada día para lograr inspirar y transmitir este modelo único de turismo responsable centrado en el cuidado de las personas y del entorno. Nuestro movimiento pionero Wave of Change refleja desde hace ya varios años este compromiso con el medioambiente y muy especialmente con los océanos, y nuestro esfuerzo por compartirlo con toda la sociedad.
Aquí todos nuestros clientes, tanto los que repiten como los que prueban la experiencia Iberostar por primera vez, tienen un rol clave como prescriptores e impulsores de este compromiso: ellos son los mejores embajadores de nuestra marca y los que pueden ayudarnos a amplificar un movimiento de concienciación que hemos emprendido hace ya muchos años con Wave of Change y que ha inspirado nuestra ambiciosa Agenda 2030, con la que nos hemos comprometido a ser libres de residuos en 2025 en los más de 100 hoteles y 16 países en los que tenemos presencia y net zero en huella de carbono en 2030, anticipándonos 20 años al resto del sector.
Nuestro equipo de Sostenibilidad es tan solo uno de los ejemplos de cómo Grupo Iberostar se compromete con dejar una huella positiva en nuestro planeta, vinculando el turismo a la ciencia, algo que es único y pionero en la industria del turismo. Contamos con un equipo multidisciplinar de más de 20 personas entre los que se encuentran biólogos marinos, científicos y también perfiles académicos, que son los responsables de definir un plan de acción, tomando decisiones basadas en la ciencia e impulsando los compromisos de nuestra Agenda 2030. Para nuestro equipo de comunicación esta oficina es un partner clave, pues nos guía a la hora de comunicar con rigor y exactitud, de modo que lleguemos de manera transparente y honesta a la sociedad en línea con los valores del Grupo.
V.P.: Vuestros clientes pasan mucho tiempo de calidad en vuestros hoteles, tiempo de disfrute y relajación, un contexto en el que los mensajes se perciben de una manera más potente y efectiva, ¿sois conscientes como compañía del importante papel que tenéis para transformar positivamente a esa persona y hacerle más consciente de su entorno?, ¿incluso a las generaciones más jóvenes?
D.C.: Cada punto de contacto con nuestros clientes es una oportunidad clave para hacerlos partícipes de nuestro propósito en torno al cuidado de las personas y del entorno que nos rodea. Nuestro cliente es testigo activo de todas nuestras decisiones, contamos con él y tratamos de ser muy transparentes con cada iniciativa. Ellos son el mejor ejemplo para demostrar cómo un cambio en un hábito que puede parecer algo sencillo puede generar un impacto positivo muy significativo para nuestro entorno. Por ejemplo, en el año 2019 empezamos a eliminar todos los plásticos de un solo uso de nuestras operaciones y nos convertimos en la primera cadena hotelera del mundo en conseguirlo, a pesar de la pandemia. Esta medida implica una nueva forma de atender y también de concienciar a nuestros clientes, que disponen de una botella de cristal en sus habitaciones que van rellenando durante su estancia en las fuentes de ósmosis que se encuentran ubicadas en las zonas comunes del hotel. Con la implicación de nuestros clientes, vamos consiguiendo los retos que nos hemos marcado y es un orgullo ver cómo incluso los más pequeños de la familia educan con el ejemplo. A través de nuestro programa de entretenimiento infantil Star Camp, nos esforzamos por trasladar a las generaciones más jóvenes la importancia de crecer cuidando el entorno y concienciarse sobre los beneficios que esto puede tener para la mejor salud del planeta y de todos los que habitamos en él.
B Searcular es el equilibrio perfecto: tecnología, innovación y educación trabajan de la mano para aportar valor entre sectores. Una iniciativa liderada por EPSON, la plataforma internacional Seaqual y la escuela de diseño LCI Barcelona, con el objetivo principal de limpiar el Mar Mediterráneo de plásticos y reintroducirlos en el mercado a través de la economía circular. Para ello, el proyecto consta de diversas fases, cada una de ellas protagonizada por uno de los agentes que forman esta alianza.
V.P.: Raúl, vuestro proyecto es un claro ejemplo de compromiso con la formación de futuros profesionales, ¿cuál es la percepción real de los jóvenes ante los retos ESG? ¿Son conscientes del papel tan relevante que desempeñan? Desde mi punto de vista, esta realidad lleva implícita una inquietud extra por ir más allá y retar las formas tradicionales de hacer, ¿están dispuestos a innovar y a cambiar el modelo tradicional?
RAÚL SANAHUJA (R.S): Jóvenes y no tan jóvenes deben tener en mente una verdad irrefutable: cualquier posible futuro va a depender de las acciones que hagamos en el presente. El posicionamiento aquí es claro, la educación es la clave para activar cambios positivos. Estoy convencido de que los ESG están en el mindset de la juventud, en mayor medida que en generaciones anteriores. Pero quizás se hace necesario que desde ya se incorporen esos criterios a los planes docentes en las diversas etapas educativas. La percepción y la idea está claro que cada vez está más presente en estudiantes jóvenes pero, ¿y si hacemos por ordenar esas ideas de alguna manera, a través de su introducción en los planes educativos? ¿Y si hubiera una asignatura progresiva dedicada a los ESG? Empresas y sector privado, como el caso de Epson, podemos aportar mucho en ese sentido. Pueden contar con nosotros.
Respecto a cambiar modelos tradicionales, no está de más un cierto empujoncito desde todos los agentes sociales hacia “repensar estilos de vida”. Si hay alternativas mejor alineadas con la posibilidad de mejorar la calidad de vida de las personas y el planeta… ¿vamos a dejarlas pasar? De eso trata BSEArcular, que ya alcanza su tercera edición, de crear ejemplos claros que pueden ser traspasados a procesos industriales y de mejora a través del diseño y la producción responsables.
V.P.: La tecnología, en este contexto, se sitúa como un aliado estratégico de todas las industrias, y es una oportunidad para vosotros de crear nuevos modelos de negocio que se definen desde el propósito de poner al servicio de nuevas necesidades vuestro know how. Pero también de comunicar desde otro enfoque, en vuestro caso, introduciros en la comunicación lifestyle y de moda, ¿qué recibimiento ha tenido BSEArcular en los medios de moda?
R.S.: Desde que esta idea de BSEArcular surgió, en una conversación informal con una Profesora de moda de una escuela de diseño, en 2017, no ha parado de crecer. Creamos junto a LCI Barcelona y Seaqual la primera edición, que dio lugar a un impacto realmente positivo en el sector y un buen recibimiento por parte de medios de sector textil-moda y también del sector industrial de producción. Además de, por supuesto, ganarse un huequito en la agenda de periodistas de los grandes medios nacionales. En su segunda edición, visitó Portugal y, junto con la Lisbon School of Design, Seaqual y partners como A.Sampaio y Lemar, se consiguió una propuesta de formación y diseño que llevó la economía circular y la revalorización del residuo a su máximo exponente, con unos diseños espectaculares y un nivel de calidad de prendas muy bueno.
Ahora llegamos a la tercera edición y vamos a ir un paso más allá de la moda. Nuestro enfoque es el diseño en general, la idea. Esta vez será protagonista el diseño de interiores y, junto a una cadena hotelera, vamos a demostrar cómo es posible crear diseños increíbles, con un uso de materiales procedentes de la economía circular y las tres R (reciclado, reutilizado, revalorizado), además de procesos productivos más eficientes y de menor consumo energético. Será el próximo 19 de septiembre, en la feria C!Print Madrid 2023, cuando se conozca algo más de esta nueva iniciativa.
V.P.: Amaia, tenemos que empezar aplaudiendo vuestra valentía a la hora de emprender la #MisionAndros: ¿nos puedes contar cómo surge este proyecto?
AMAIA RODRÍGUEZ (A.R.): Hace unos meses, Enaleia, nuestro partner griego en la limpieza de plástico del mar Mediterráneo, nos informó del descubrimiento de un vertedero ilegal caído en el mar que había contaminado por completo no solo la playa, si no el fondo marino de una bahía en la isla de Andros, en las islas Cícladas en Grecia.
Desde Gravity Wave tenemos un propósito muy claro: limpiar la mayor cantidad de plástico del mar y transformarlo en productos de valor. Así que cuando recibimos esta información, nos pusimos manos a la obra para organizar la mayor recogida de plástico del Mediterráneo, la Misión Andros, en la que durante 5 días nos pusimos el reto de recuperar 100 toneladas de residuo. Movilizamos a nuestro equipo de Gravity Wave y nos unimos a Enaleia, para conjuntamente lograr esta meta. En nuestras operaciones contamos con equipos de buzos y barcos grúa para lograr retirar los residuos marinos. Además, empresas importantes como Plastiks, MINI y Brooklyn Fitboxing se sumaron a nuestra iniciativa y decidieron apostar por la restauración de esta zona del mar junto a nosotros.
Justo coincidió que el comienzo de esta misión fue en el Día Mundial de los Océanos, el pasado 8 de junio, una fecha muy significativa en nuestro calendario que quisimos aprovechar para mostrar la realidad del plástico marino, generar conciencia y sobre todo invitar a la toma de acción en este desafío global que tenemos por delante. Fue un momento clave para destacar la importancia de preservar nuestros océanos y trabajar juntos en la protección de nuestro entorno marino.
V.P. Dedicáis grandes esfuerzos para visibilizar la realidad del océano e implicar a la sociedad y a las empresas. Sois un gran ejemplo de cómo la comunicación creativa se convierte en un aliado estratégico de vuestro propósito y compromiso. ¿Cuál crees que es la clave para que esta comunicación de impacto positivo sea efectiva y movilice?
A.R.: La comunicación juega un papel fundamental en la difusión de nuestro mensaje. Para lograr una comunicación efectiva y movilizadora, es esencial la autenticidad, saber conectar emocionalmente con los diferentes agentes de la sociedad y transmitir un mensaje claro y sencillo. También es importante ser creativos a la hora de plantear soluciones, involucrar activamente a los consumidores y a la sociedad, fomentar la colaboración y establecer alianzas estratégicas. Y no podemos olvidar la importancia de medir y ser transparentes en nuestra cadena de valor y en el impacto que generamos.
Combinando estos elementos, logramos una comunicación que impulsa el cambio y nos acerca a nuestro objetivo de lograr un océano libre de plásticos.
V.P.: Andrea, desde la Fundación Ecoalf habéis definido claramente el problema al que nos enfrentamos: la basura marina es una de las principales amenazas para la salud de nuestros mares y océanos. Se trata de un problema global que, como el cambio climático, no entiende de fronteras geográficas ni políticas y conlleva impactos ecológicos y socioeconómicos. Es sin duda un proyecto único y auténtico, ¿nos podrías resumir sus principales hitos?
ANDREA RUZO (A.RU.). El proyecto Upcycling the Oceans comenzó en el año 2015 de la mano de 3 pescadores de Villajoyosa y hoy en día es una aventura internacional que reúne a más de 4.200 pescadores, que cada día salen a pescar en 71 puertos de 4 países diferentes y que deciden, de forma totalmente voluntaria, llevar a puerto la basura que se queda atrapada en sus redes. Esto, que puede parecer un simple gesto, nos ha permitido retirar 1.500 toneladas de basura que, de no ser por ellos, hubiese quedado en el fondo del mar para siempre. Para nosotros, ver como miles de pescadores se coordinan y sin tan siquiera hablar el mismo idioma, deciden salir a limpiar una basura que no es suya, es ya un gran logro. Porque están ayudando a visibilizar un problema que nadie ve, al estar escondido en el océano y porque están demostrando que, si todos aunamos fuerzas, es posible cambiar las cosas.
Pero además, estamos consiguiendo, a través de la caracterización de esa basura, entender el origen de la misma y transmitir la magnitud del problema con el fin de evitar que siga ocurriendo. Desgraciadamente, cada día entra en el mar el equivalente a un camión de basura – eso es mucho más de lo que nosotros conseguimos sacar gracias a los pescadores. Pero si entendemos de dónde viene esa basura, podemos transmitir ese mensaje a quienes la están generando y hacerles entender que, si de la misma forma que los pescadores se agrupan para conseguir limpiar el mar, entre todos (industria, gobierno y sociedad civil) nos unimos para cambiar la forma en la que estamos produciendo y generando residuos, podemos evitar que esos residuos lleguen al mar.
V.P.: La historia de la Fundación es muy bonita pues une implicados desde contextos muy diferentes: los pescadores (los grandes protagonistas), las empresas colaboradoras, la sociedad. ¿Cuáles son los retos a la hora de visibilizar esta realidad e implicar a los diferentes grupos de interés? ¿Cuál es el secreto en particular para llegar con claridad a la sociedad?
A.RU.: El principal reto es conseguir entender que la basura marina es un problema que nos impacta a todos y del que todos somos responsables y, sobre todo, sobre el que tenemos la capacidad de hacer que desaparezca. Aunque parezca que un pescador, una empresa del sector textil y un ciudadano de una ciudad sin costa como Madrid no están para nada vinculados, la realidad es que las decisiones que toman día a día cada uno de ellos, tienen un impacto en la salud de los océanos. El pescador decide todos los días salir a pescar a las 4 de la mañana y recoger esos residuos, ayudando a limpiar los mares y a visibilizar el problema – sin duda le sería más cómodo no hacerlo, pero lo hace porque sabe que es lo correcto. La empresa del sector textil (o cualquier otro) puede decidir su modelo de negocio, qué recursos utiliza y qué impacto medioambiental tienen, incluso si ello supone tener un menor margen económico – porque entiende el coste ambiental y social de no hacerlo. Y el ciudadano tiene un papel muy importante como consumidor, ya que decide qué comprar y a quién, premiando con su elección a aquellas empresas que pongan el planeta por delante. Y esta oportunidad la tiene todos los días
El planeta está en una situación de emergencia climática que cada día es más grave. Es cierto que a veces el problema parece tan grande y nosotros, tan pequeños, que nos da la impresión de que no hay solución. Pero por eso la labor de la Fundación es tan importante. Porque permite mostrar, de forma muy clara y con un mensaje muy sencillo, que los cambios vienen del esfuerzo colectivo. Si 4200 pescadores están limpiando todos los días los océanos, imagínate lo que podemos conseguir como sociedad si trabajamos juntos en dejar de consumir de manera desproporcionada y dejar al planeta sin recursos naturales.
Gracias Doris, Raúl, Amaia y Andrea por demostrarnos cómo desde la comunicación podemos no sólo inspirar, sino movilizar e impulsar los cambios.
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