ARTÍCULO DE MIGUEL GONZÁLEZ-DURÁN (TMKF) / Antes de nada, clarificar que los Zalpha no son en sí mismos una generación sino una cohorte de edad que cabalga entre la generación Alpha y la generación Z. Hablamos de chicos y chicas entre los 10 y los 19 años que, atención, no recuerdan un mundo sin Wi-Fi, sin pantallas táctiles ni sin “likes”.
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Por Miguel González-Durán Muñoz. Director de la agencia TMKF / 18 de abril de 2025
¿Qué los hace tan especiales? Son nativos digitales, sí, pero también son conscientes, exigentes, y con un radar de autenticidad tan fino que te detectan una campaña forzada antes de que termines de subirla. Además, tienen dinero propio de bolsillo, son prescriptores en el hogar y, por supuesto, futuros consumidores adultos.
Y aunque muchos piensan que solo viven en TikTok, lo cierto es que también existen en el mundo físico (aunque a veces haya que atraerlos con neones, pop-ups o una experiencia inmersiva). Así que, si quieres llegar a su corazón —y a su carrito de compra— necesitas una estrategia 360º que combine lo mejor de los dos mundos: online y offline. Y, sobre todo, hacerlo con un lenguaje que no suene a manual corporativo del 2005.
Aquí te traigo una guía fresca, clara y 100 % Zalpha-friendly con las técnicas de marketing que de verdad les impactan:
1. Están (casi) todo el día online… así que empieza allí
Los Zalpha se mueven en redes sociales como pez en el agua. No solo consumen contenido, lo crean, lo comparten y lo reinterpretan. Para llegar hasta ellos necesitas:
- Contenido corto, rápido y auténtico. Si no los enganchas en los primeros 3 segundos, next. Nada de vídeos eternos ni de discursos de marca acartonados. Quieren gente real, humor, filtros graciosos y cero postureos.
- Reto viral o no es reto. Los challenges funcionan porque apelan a su creatividad y espíritu colaborativo. Invítalos a bailar, crear memes, usar un filtro propio de tu marca o simplemente participar con su versión de algo. Que sientan que son parte, no el objetivo.
- Humor con propósito. El contenido irónico, autorreferencial o directamente absurdo (gracias, Duolingo) funciona si lo haces bien. Pero ojo, no intentes ser gracioso si no tienes ese tono trabajado: detectan el cringe al instante.
- Influencers reales. Prefieren a los creadores de contenido que “son como yo pero con más seguidores”, no celebridades inalcanzables. Los microinfluencers de nicho (gamers, beauty lovers, activistas) conectan mejor porque transmiten confianza y afinidad.
2. El offline no ha muerto: bienvenidos al marketing que se toca
Aunque el marketing digital se lleva todos los focos, el mundo offline sigue teniendo su encanto… si sabes cómo aprovecharlo. Y con los Zalpha, sorprenderles fuera de la pantalla puede marcar la diferencia. ¿Cómo?
- Eventos experienciales. No basta con poner un stand bonito. Quieren experiencias. Escape- rooms de marca, conciertos secretos, desfiles pop-up, tiendas efímeras con estética “instagrameable”… lo que sea, pero que se viva y se pueda compartir.
- Merch con flow. Sí, a esta generación le encanta el buen diseño. Un cuaderno cool, una tote bag con personalidad o una sudadera edición limitada pueden ser mejores embajadores que cualquier banner online. Si lo pueden lucir, lo convierten en identidad.
- Street marketing creativo. Pintadas temporales con realidad aumentada, arte urbano interactivo, performances que aparecen “sin querer”… Todo lo que rompa la rutina urbana y les saque el móvil del bolsillo para grabarlo es un WIN.
- Sampling estratégico. El clásico sampling de producto puede funcionar, pero si lo llevas a su entorno natural (festivales, skateparks, tiendas de gaming, colegios, incluso centros de estudios) y lo mezclas con diseño, desafío o experiencia, el impacto se multiplica.
- Centros escolares. Es su canal habitual. Esta cohorte de edad pasa más tiempo en el centro educativo que en cualquier otro sitio. Este espacio es el inicio y fin de muchas cosas; la aceptación o rechazo de una campaña o de un producto. Aquí se aprueba o desaprueban marcas y tendencias.
3. Quieren participar, no ser target
Esta generación no se conforma con ver pasar la campaña: quieren meter mano. Las técnicas de co-creación son clave:
- Campañas participativas. Diseñar su propia camiseta, votar por el nuevo sabor de un producto, colaborar en la música de una promo… cualquier excusa para que digan “yo hice esto”.
- UGC con recompensa. El contenido generado por usuarios no solo aumenta el alcance, sino que refuerza el vínculo. Si encima lo conviertes en una competición sana con premios creativos, mejor.
- Tener voz en la marca. Algunas marcas ya cuentan con “embajadores jóvenes” que asesoran en producto y comunicación. ¿Por qué no abrir más espacios de escucha? Beta-testers, focus groups públicos, chats abiertos… les encanta opinar y mejorar lo que consumen.
4. El propósito no es opcional: es obligatorio
Si no tienes propósito claro, ni lo intentes. Porque los Zalpha no solo compran cosas, compran ideales, causas, narrativas. Y son expertos en descubrir quién lo hace por convicción y quién solo lo finge.
- Diversidad real. No más castings falsamente diversos. Muestra realidades, cuerpos, voces, culturas… y hazlo desde la autenticidad.
- Sostenibilidad visible. No basta con decir que “te importa el planeta”. Tienen que ver cómo reduces huella, cómo reciclas, cómo educas. Y mejor aún si pueden ser parte de la acción.
- Compromiso social activo. Apoyar movimientos sociales, visibilizar causas, crear comunidad. ¿Te atreves a posicionarte? Pues hazlo. Con argumentos, acciones y transparencia.
5. Game on: si no juegas, no existes
El juego es parte integral de su vida, no un pasatiempo. Desde videojuegos a apps gamificadas, todo lo que convierte la interacción en desafío tiene puntos extra.
- Gamificación everywhere. Desde recompensas en apps hasta retos coleccionables, los sistemas de puntos, logros o rankings motivan más que cualquier descuento.
- Presencia en videojuegos. Marcas que aparecen en Roblox, Fortnite o Minecraft no están “haciendo marketing gamer”, están viviendo donde viven ellos.
- Realidad aumentada para jugar. Filtros en Instagram, pruebas con QR escondidos, misiones en tiendas físicas… el límite está en la creatividad, no en la tecnología.
CONCLUSIÓN: SI NO ERES AUTÉNTICO, MEJOR NI LO INTENTES La generación Zalpha no es solo una audiencia, es una cultura. Y para conectar con ella no necesitas ser joven: necesitas escuchar, jugar, experimentar, proponer y dejarte sorprender. Haz campañas que entretengan, mensajes que sumen y experiencias que se vivan. Porque si algo tienen claro estos jóvenes, es que no quieren que les vendan: quieren sentir que las marcas son parte de su mundo, no intrusas con panfletos. En definitiva, conectar con la generación Zalpha requiere que las marcas sean ágiles, creativas y auténticas. Estamos ante jóvenes multitarea, exigentes y con un abanico enorme de opciones a un clic de distancia. No perdonarán la condescendencia ni el engaño, pero sí recompensarán a aquellas empresas que hablen su idioma digital, que se animen a innovar en contenido y que demuestren entender sus inquietudes. Las técnicas de marketing con mayor impacto en ellos —desde dominar TikTok hasta alzar la voz en causas sociales— tienen un hilo conductor: poner al consumidor joven en el centro, ya sea dándole entretenimiento, participación o valores con los que identificarse. Quienes logren hacerlo verán a los Zalpha convertirse en sus mejores aliados, difundiendo el mensaje de la marca como fans apasionados. Al fin y al cabo, esta generación emergente no es solo un público objetivo más, sino un agente de cambio que está redefiniendo las reglas de la comunicación comercial. Y si las marcas quieren reinar en el futuro, más les vale subirse a esta ola Zalpha con autenticidad, ingenio y empatía. ¡El desafío está servido! Así que, la próxima vez que diseñes una estrategia para esta generación híbrida, pregúntate: ¿les estoy hablando o estoy hablando con ellos? |
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