ISABEL LUQUE, MADRID MANAGER DE MONKEYS COMMUNICATIONS Jueves 25 de febrero de 2016
Sorprende últimamente ver en televisión, y en medios en general, campañas abanderadas por bufetes de abogados de reconocido prestigio en el sector, pero de escasa proyección pública entre la masa ciudadana, hasta ahora.
Las razones de esta reticencia generalizada al marketing y la publicidad, las encontramos en dos variables, por una parte legal, y por otra parte, costumbrista. Por un lado, el Estatuto de la Abogacía suprimió en 2001 la prohibición de hacer publicidad que padecían los despachos de abogados en España. Posteriormente, en 2008, el Tribunal Supremo permitió la conocida como ‘cuota litis’, entendida como la posibilidad de que los bufetes cobraran a éxito a los clientes.
Hasta la fecha, los bufetes, en su gran mayoría, consideraban las inversiones en publicidad y comunicación, como innecesarias o contraproducentes, y se dedicaban a abrir negocio con una placa en la puerta, y esperar a que entraran los clientes… así lo explica Jesús María Ruiz de Arriaga, socio director de Arriaga Asociados. Este despacho, junto con otros tantos como Martínez-Echeverría Abogados, o Luis Romero y Asociados, son las firmas que están apostando fuerte por aquello de “si no comunicas no existes”, y están rompiendo una lanza por la comunicación y las relaciones públicas.
Como también apunta Arriaga, “la publicidad en el mundo de la abogacía es rentable. Y quien diga lo contrario miente o no sabe de lo que está hablando”. Tanto es así, que su despacho ya tiene una plantilla de 355 personas y 100 colaboradores; y en dos años ha conseguido multiplicar por cuatro su cartera de clientes, que ya asciende a los 37.000.
Por otra parte, para las agencias de comunicación, un despacho tiene el santo grial, la madre del cordero, el don más preciado… que no es otra cosa, que un contenido relevante. Contenidos que mezclan la controversia, con la actualidad de los procesos, el gran número de afectados, o el poder abrir camino con una sentencia…. Todos estos ingredientes constituyen la base para que un hecho sea noticia. Por suerte, estos despachos comienzan a despertar al mundo… ¡Bienvenidos!
