REDACCIÓN Viernes 1 de julio de 2016
Brava Producciones acaba de cumplir 20 años en el mercado español de los eventos. Alicia García, su directora, nos cuenta las claves de la agencia.
¿Cuáles han sido los principales hitos en la historia de la agencia?
Hemos tenido momentos muy diferentes: un principio sencillo, y humilde pero, en un buen momento. En el año 2000 empezamos a cambiar. El mercado ya exigía solamente realizar eventos aislados, sino que los clientes solicitaban realizarlos unidos a otras acciones de comunicación, así que tuvimos que adaptarnos y crecer. Sin embargo, en 2008 empezamos a verle las orejas al lobo y…. el camino fue el contrario. Notábamos cambios, empezaban a caerse clientes… Yo estaba agotada y dimos un giro de 180 grados. Volvimos a ser la oficina de producción, más pequeña pero, mucho más personalizada, que habíamos puesto en marcha 12 años antes.
¿Cómo ha cambiado el mundo de los eventos y la comunicación en estas dos décadas?
Mucho, muchísimo. Primero por la evolución y la incorporación de las nuevas tecnologías. Como anécdota, podemos contaros que cuando abrimos hace 20 años, una de nuestras herramientas fundamentales era el fax…. Ahora hay gente de nuestro equipo que ni siquiera recuerda cómo funcionaba. Hace unos 10 años, se vivía una época de esplendor y, en cierto modo, cierto “derroche” de medios. Todo el mundo quería lo mejor, lo más caro. Aunque a veces no hiciera falta pero, había que trasladar la imagen de grandiosidad que demandaban todas las empresas. Ahora es lo contrario: los recursos son mínimos, y lo que vale es la imaginación, y la capacidad de resolver a coste mínimo. ¡Fíjate si ha cambiado!
¿Cuáles son vuestras principales áreas de actividad? ¿Os consideráis más una agencia de eventos que de comunicación, o viceversa?
Nos consideramos fundamentalmente una agencia de eventos. Solo nos implicamos en los planes de comunicación por alguna exigencia de los clientes pero, sin duda, nuestra actividad está centrada en eventos.
¿Cuál dirías que es la ventaja diferencial que más aprecian vuestros clientes?
Creo que ofrecemos tres ventajas: Una es el servicio personalizado, aunque esto es algo que ahora o lo haces o no sobrevives. No hay producciones estándar. La segunda es que conseguimos hacer grandes cosas con muy pocos recursos, y sobre todo resolvemos los inconvenientes que surgen con los recursos que ya se tienen, es decir, evitamos que el cliente tenga que incrementar su presupuesto por los imprevistos, salvo excepciones inevitables, claro. Y la tercera es que conocemos muy, muy bien el mercado de la mujer, en todos sus ámbitos. Eso nos diferencia bastante del resto de agencias, la verdad. Digamos que es nuestra especialidad.
¿Cuál es la tipología de vuestros clientes?
Muy variada y cambiante según el momento pero vamos, bastante orientada a mujeres y ahora también a familias.
¿Cúal es el organigrama de Brava Producciones?
Es muy sencillo. Contamos con un responsable de producción estratégica, uno de producción operativa, dos responsables de contenidos y la dirección que yo ejerzo. Ese es nuestro equipo base. A partir del mismo, contratamos más o menos gente para los requerimientos de cada evento, pero somos un equipo base muy reducido. Eso sí, comparado con los movimientos habituales de esta profesión, muy estable. La persona que menos tiempo lleva en la empresa, está ya desde hace más de cinco años.
¿Puedes hablarnos de alguna campaña o acción de comunicación con la que estéis especialmente satisfechos?
Hasta ahora, con el seminario anual nacional que hicimos para Mary Kay en el año 2014. Fue realmente mágico y no será fácil superarlo, aunque sabemos que estamos a punto de conseguirlo. Este año, con el mismo cliente, el reto es mucho mayor.
¿Cuáles son vuestros objetivos para los próximos años?
Mantener nuestro esquema, nuestros principios básicos y seguir sabiendo adaptarnos a la renovación del mercado. Creo que la renovación permanente es imprescindible. O intentas ir por delante o te mueres atrás…