ARTÍCULO DE JUANFRAN VELASCO / Tras el confinamiento, publiqué en Top Comunicación un artículo en el que hablaba de los distintitos tipos de portavoces y liderazgos que habían florecido en el nuevo contexto comunicativo de la pandemia. Hoy quiero detenerme en el “Portavoz beligerante”. Para ello, tomo como ejemplo la rueda de prensa que dio Luis Rubiales para hablar de la Supercopa en Arabia Saudí y los audios con Piqué. Analizamos lo que no se puede hacer como portavoz.
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Por Juanfran Velasco, experto en comunicación / 27 de abril de 2022
1) Atacar a todos los periodistas
No se puede comenzar una rueda de prensa atacando a los medios. Los audios fueron destapados solamente por ‘El Confidencial’. Sí se puede señalar al portal en concreto o mencionar “un medio de comunicación”, pero generalizar es malísimo.
Asimismo, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol empieza su intervención hablando de su absolución en el juicio por una supuesta agresión y recrimina a la prensa no haber publicado dicha noticia. Ese no es el tema de la comparecencia; por lo que no debería comenzar hablando de él. Además, esto no es verdad. Solo hay que buscar en Google “Rubiales” y “agresión” y las primeras noticias hablan del fallo del jurado (Diario As, 20 Minutos, La Voz de Galicia, El Mundo…).
Por otro lado, dice: “Según unos informes que tenemos, en los medios de comunicación suben las noticias a la web en función de la negatividad”. Esto, que podría referirse a la técnica del clickbait, no se explica del todo bien y sigue creando enemistad con toda la prensa española. Hay que tener en cuenta que todos los profesionales que acuden a una rueda de prensa lo hacen para escuchar y difundir tus mensajes. Están siendo tu altavoz y es muy poco estratégico ir contra ellos.
2) Conservar el estilo del fútbol para una crisis
Para una comunicación de crisis, no se puede seguir el mismo formato distendido de las ruedas de prensa del fútbol. En los últimos años, la mayoría de las apariciones que estamos viendo en los medios son comparecencias (sin preguntas). Por lo tanto, el hecho de hacer una rueda de prensa con preguntas y respuestas es un punto a su favor. “Voy a estar aquí hasta que ustedes me hagan la última pregunta” es un mensaje directo y claro que demuestra transparencia, credibilidad y sinceridad. Pero 2 horas y media es una duración excesiva para un tema tan peliagudo. Es muy fácil fallar y que se tergiversen algunos mensajes.
3) Uso del lenguaje coloquial: ya no vale parecer campechano
Aunque siempre se aconseja hablar de forma clara y concisa, sin usar muchos tecnicismos, es totalmente contraproducente usar un lenguaje demasiado coloquial o incluso vulgar. En este sentido, decir “tengo miedo de que me metan un saco de cocaína en el coche» solo dará contenido para Twitter. Por otro lado, Rubiales hace demasiadas menciones a que es una persona honrada y que va con sus amigos a Motril o al Albaicín de Granada. Pero no puede olvidar que está compareciendo como un profesional y no sé está valorando su faceta personal o privada.
4) Excesivo dramatismo: a todo el mundo no le queda bien el papel de víctima
Aludir constantemente a una conspiración, sin mencionar exactamente a los culpables, genera ruido y no transmite credibilidad. Es mejor limitarse a decir que la sustracción de estos mensajes se ha hecho de una forma ilegal; que la policía lo está investigando y que tomarás acciones judiciales. Pero tirar la piedra y esconder la mano es lo peor que puede hacer una persona que se considera una víctima.
5) Falta de perspectiva de género
Está claro que uno de los aspectos más criticados del acuerdo de la Federación es la falta de respeto a los Derechos Humanos en Arabia Saudí. La composición de la mesa en esta comparecencia ya connota mensajes. Hay tres hombres sentados y ninguna mujer. Si no se cuenta con perspectiva de género en el discurso es mejor no entrar en este tema.
Lo ideal es contar con líderes inclusivos y entrenados sobre diversidad, pero si esto falla hay que pasar a un plan B. Y lo mejor es ofrecer datos reales de la forma más aséptica posible que demuestren la apuesta de la Federación por el fútbol femenino o el apoyo a la mujer. Las anécdotas como “Antes de ir nosotros no había ni cuartos de baño para las mujeres” juegan en contra y no sirven para nada. De hecho, fue la declaración que destacó Ana Pastor de manera negativa en El Objetivo y que también han criticado varios medios.
Artículo de Juanfran Velasco, experto en comunicación
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