REDACCIÓN DE ESCAPADA RURAL Jueves 9 de febrero de 2017
Obviamente, no tenemos la clave del éxito para gestionar un pequeño negocio sin perecer en el intento, pero desde la experiencia que nos da estar al frente del Departamento de Comunicación de Escapadarural.com y el contacto directo con cientos de propietarios de establecimientos rurales, podemos dar algunos consejos para que les sea más fácil y más efectivo gestionar dichos negocios.
Y como hablamos de 10, un número que siempre ha representado el éxito, empezaremos por el principio y los enumeraremos uno a uno, con su breve explicación.
1) Carecer de estrategia
Por todos es sabido que no se puede empezar un negocio sin saber qué pretendemos hacer con él. Si nos ponemos pragmáticos deberíamos preguntarnos: ¿Qué significancia tiene mi negocio para el resto del Universo?
Este es un buen punto de partida porque antes de dar el primer paso para abrir esa “casita rural” o cualquier otro tipo de proyecto empresarial, tengo que preguntarme ¿qué objetivo tengo? ¿Es una buena idea? ¿Es el lugar adecuado? ¿Le va a gustar a todo el mundo?
A partir de estas sencillas preguntas, deberíamos ser capaces de empezar a establecer nuestro plan de negocio y nuestra estrategia.
El primer consejo que damos a los incautos optimistas que han decidido emprender un negocio de turismo rural es que sigan los pasos que detallo:
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Realizar un DAFO del negocio (tanto si ya existe como si todavía no ha abierto).
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Conocer a la competencia.
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Conocer el entorno.
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Conocer quién es mi cliente potencial.
2) Tener una comunicación incoherente
Este punto suele ser algo controvertido, pues es difícil establecer un buen estilo de comunicación cuando hablamos de microempresas, donde el 80% de su comunicación se basa en el trato directo con sus clientes.
Para poder tener una comunicación coherente, antes debo hacer un buen diseño de producto, preguntándome cuál es o será mi punto diferencial con el resto de oferta de mi sector.
Si este paso no está adecuadamente resuelto, es muy difícil ser coherente, pues un día me comunicaré como un alojamiento para el relax, otro para los viajeros que practican el turismo activo y al siguiente hablaré de familias, no quedando claro cuál es mi estilo y quién soy yo.
Mi consejo, es que para ser coherente con la comunicación de mi negocio, lo primero que tengo que hacer es que éste esté en sintonía con mi personalidad, pues me será mucho más sencillo poder transmitir unos valores en los que creo y mi comunicación será naturalmente creíble.
3) Querer estar en todas partes
Los clientes no vienen solos y hay que salir a buscarlos. No obstante, a esta afirmación hay que sumarle que nos encontramos en un momento en que proliferan los canales de venta.
Sin embargo, no se puede estar en todas partes. Por ello hay que tomar decisiones con calma, examinar uno a uno los canales de venta que me encuentro y valorar si me interesa anunciarme en ellos.
El consejo: si has hecho un buen diseño de producto y tienes claro qué tipo de cliente quieres tener, será más fácil encontrar las plataformas más eficaces para atraer clientes a tu negocio.
4) Creer que internet nos va a salvar la vida
Abrirse una web y un perfil por cada red social que existe, no es garantía de ventas. Pero eso no quiere decir que no debamos trabajar con ellas.
Se debe tener muy cuidada la página web de nuestro establecimiento, pues es nuestra ventana al mundo y será una de las principales fuentes de información para nuestro cliente.
También es conveniente estar en alguna red social, por eso de comunicarme con mis “brand lovers” o, si no los tengo, ser positivo y pensar en que puedo crear una comunidad de ellos. Son el canal perfecto para dotar de personalidad a mi negocio, para mostrar cuán divertido soy, mis magníficas instalaciones, los servicios o productos de los que dispongo y, también, para mostrar lo que hacen mis amigos más preciados.
Pero aún siendo unos “cracks” en la red, donde realmente se tiene que dejar uno la piel es en la atención al cliente, en el trato que se da antes, durante y después de la venta.
Una idea sería crear un manual de trato durante todo el “Customer Journey”, o lo que es lo mismo. ¿Cómo voy a informar y tratar a mi cliente desde la primera vez que me contactan? Esto sí me puede ayudar a conseguir el éxito, mientras que internet solamente es una herramienta más para ayudarme a alcanzar mis objetivos.
5) No valorar lo que somos
Haciendo referencia a nuestro área concreta de actividad, durante un tiempo, parecía como si practicar turismo rural fuese lo mismo que hacer vacaciones “low cost” y no es así. Lo que quiere decir que no debemos entrar en una guerra de precios en la cual gana el que menos cobra.
Dicho de otra manera, debemos trabajar nuestros precios de una forma profesional, calcular nuestros costes y nuestro valor y encontrar el precio más adecuado para cada habitación en cada momento.
6) No usar la imagen cuando es la reina de las decisiones
En internet no se lee, esto es algo que todos hemos escuchado, por ello hay que ser capaces de enamorar en cuestión de 7 segundos, que es el tiempo máximo que tenemos para captar la atención de los usuarios.
Es necesario perder el miedo a hacer fotos y vídeos, pues debes intentar optimizar la mejor cara de tu negocio.
7) Acosar en lugar de fidelizar
Los clientes vienen y se van, pero nosotros tenemos que robarles el corazón. Podemos empezar a enamorarlos antes del primer contacto presencial con ellos creando contenido de interés en nuestro blog o redes sociales.
La mejor técnica es una buena atención al cliente. Desde la primera vez que nos contactan tenemos que ser capaces de transmitir nuestro valor, pero lo más importante es saber escuchar. Si conseguimos prestar la atención que se merecen, sabremos qué necesitan en cada momento y podemos adelantarnos a sus deseos.
Sin embargo, debemos ser precavidos. A nadie nos gusta que nos llenen el correo de spam, por ello debo segmentar mis notificaciones para que lleguen solo a los interesados en lo que estoy contando en ese momento.
8) Olvidarnos de medir
Todo lo que hagamos en nuestro negocio tiene que ser susceptible de medición. Por ello tenemos que tener como mantra el cálculo del ROI: (beneficio-inversión)/inversión.
Esta fórmula debemos aplicarla siempre. Por ejemplo, en las inversiones que realizamos en nuestros intermediarios de venta, en el tiempo que dedicamos a redes sociales, en los cambios en la web, en la inversión en Adwords…
9) Creer que estamos solos en el mundo
Ya se sabe que ahora lo que prima es vivir experiencias, por ello todo negocio debe tener aliados para conseguir crear las experiencias más innovadoras, emocionantes, increíbles o auténticas posibles.
Es necesario conocer a otras empresas que nos puedan ofrecer servicios complementarios, así como trabajar con la supuesta competencia, pues si cada uno tiene un producto diferenciado será fácil convivir y que todos ganen.
El consejo que damos siempre desde Escapadarural.com es que se afilien y trabajen con las Asociaciones de Turismo Rural, pues ellas son la clave para favorecer las sinergias entre todo el tramado empresarial de la zona.
10) Carecer de espíritu autocrítico
Sí, todos somos muy buenos en lo que hacemos, o por lo menos así nos gusta creerlo. Pero es necesario revisar de vez en cuando (cada 3 meses) cómo lo estamos haciendo y qué es necesario mejorar.
Las herramientas para ello son sencillas: haz cuestionarios de satisfacción, monitoriza tu reputación online, habla con tus clientes, prueba tú mismo tus servicios, viaja más para ver cómo lo hacen en otros lugares y, en definitiva, evalúa tu negocio constantemente.
Sea como sea, si no te equivocas de vez en cuando es que no lo estás intentando. Estos errores son algunos de los que hemos detectado desde Escapadarural.com, por ello impartimos talleres de formación para propietarios de alojamientos rurales donde les ayudamos a mejorar en la gestión de su pequeño negocio.