ARTÍCULO DE VIRGINIA VILLARROYA (VOICE OVER Y COMUNICADORA) / La locución profesional en videos desempeña un papel fundamental en la comunicación efectiva a través de medios audiovisuales. Ya sea en la producción de contenido educativo, publicitario, informativo o de entretenimiento, contar con una voz profesionalmente capacitada y experta puede marcar la diferencia entre un mensaje impactante y uno que pasa desapercibido.
Por Virginia Villarroya, Voice Over y Comunicadora / 14 de septiembre de 2023
En la locución no solo se trata de tener una voz agradable, sino de transmitir la información de manera clara, emocionante y convincente. En este contexto, es esencial destacar que, aunque la tecnología ha avanzado y ahora es más accesible que nunca grabar videos, la importancia de una locución profesional nunca ha sido tan relevante.
Pero en la locución también se cometen errores que pueden echar a perder el video. Los más habituales son los siguientes:
1. Falta de entonación y ritmo adecuados
Uno de los errores más comunes es la monotonía en la voz. Una locución plana y sin variaciones de tono o ritmo puede hacer que el contenido resulte aburrido y poco atractivo para el espectador. La entonación adecuada y la variación de ritmo son cruciales para mantener el interés y la atención del público.
2. Pronunciación deficiente
La mala pronunciación de palabras puede dificultar la comprensión del mensaje. Los locutores profesionales deben tener un excelente dominio del idioma y pronunciar correctamente cada palabra. Los errores de pronunciación pueden erosionar la credibilidad del contenido.
3. Pausas incómodas o inexistentes
Las pausas son esenciales para permitir que los oyentes procesen la información. Tener pausas inapropiadas, demasiado largas o inexistentes puede generar confusión o dificultar la asimilación de la información. La falta de pausas también puede hacer que el locutor parezca apresurado o nervioso.
4. Falta de adecuación al público objetivo
Cada tipo de video y audiencia requiere un enfoque de locución específico. No adaptar el tono, el estilo o el lenguaje al público objetivo puede llevar a una falta de conexión y empatía con los espectadores. Por ejemplo, un video dirigido a niños debe tener un enfoque muy diferente al de un video dirigido a profesionales adultos.
5. Uso excesivo de muletillas y clichés
El uso constante de muletillas, frases hechas o clichés puede restar originalidad y autenticidad a la locución. Estas repeticiones pueden distraer al espectador y hacer que el mensaje parezca poco profesional. Es importante evitar estas redundancias y buscar una comunicación más fresca y directa.
SOBRE LA AUTORA / Virginia Villarroya es locutora y comunicadora. Más información: https://virginiavillarroya.com/