WELLCOMM, TALENTO PARA COMUNICAR Jueves 12 de junio de 2014
La irrupción de las redes sociales ha hecho que uno de los perfiles más solicitados en los últimos tiempos en el mundo de la comunicación sea el del Community Manager. Por su juventud, es una figura aún no del todo definida, en cuanto a sus competencias y sus funciones dentro de la empresa, por lo que es habitual cometer una serie de errores a la hora de seleccionarlo.
SECCIÓN PATROCINADA POR WELLCOMM
1) Falsas expectativas.
No hay que creer que un Community Manager es un portentoso conseguidor, un Harry Potter mileurista que logrará que la facturación y las ventas de su empresa se multipliquen vertiginosamente. Efectivamente, un Community Manager no es ningún mago milagroso, aunque su papel pueda tener una enorme relevancia en cualquier estrategia de marketing online.
2) Esperar resultados a muy corto plazo.
El más avezado profesional de las redes sociales necesitará de tiempo, constancia, profesionalidad y trabajo intenso para generar confianza; crear líneas de comunicación; dar lugar a la interacción y la comunicación positiva con los usuarios y mejorar la visibilidad o la percepción de la firma, de la marca, de la enseña, de los productos o de los servicios. Nadie puede conseguir, por sí solo y con buenas prácticas, un millón de amigos o followers en un mes, con la excepción de las figuras con fuerte carga mediática, pero eso es otra cosa. Y de las ventas a corto plazo mejor no hablar.
3) Aislamiento.
A menudo creemos que el Community Manager es una especie de chamán que medita en solitario ante su pantalla y logra que el entramado virtual de las redes sociales obre prodigios lucrativos aquí en la tierra. Nada más lejos de la evidencia o del sentido común. El Community Manager necesita trabajar en equipo de forma constante y precisa imbuirse de la cultura, de los valores, de los objetivos y de la estrategia de su empresa.
4) Pensar que el Community Manager es un friki de las redes sociales.
Hay gente que piensa que el Community Manager es un experto en dar la brasa sin descanso en las redes sociales. Es inevitable que se considere que estos profesionales son spamers más o menos ilustrados o charlatanes de feria con megáfono virtual. Nada de eso. Como tantos profesionales de la comunicación, el CM está obligado a trabajar sobre la base de la excelencia, la confianza de los clientes pasados, presentes y futuros, la interacción positiva, la atención personalizada, la comunicación, la información y la promoción.
5) Prestamos poca atención al factor credibilidad del Community Manager.
Queremos que el CM solo ‘machaque’ las redes sociales con ofertas, promociones y acciones orientadas a la conversión, a la facturación y a las ventas. Nos olvidamos que su trabajo tiene que ver con la generación y captación de contenidos originales, relevantes y de calidad, relacionados con el target de nuestra compañía. Sin duda, el CM está obligado a conectar con su audiencia sobre la base del interés de lo que contemos y de la conversación que generemos.