Francisco Javier Herrero es director del área de Asuntos Públicos y Relaciones Corporativas de evercom. En esta entrevista, hace un repaso de su trayectoria profesional y nos cuenta el enfoque que evercom da a la actividad del lobby.
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Por Mario Montero Raya, 4 de enero de 2023
Francisco Javier Herrero es ingeniero agrónomo, lo cual es un poco raro para un director de asuntos públicos, según él mismo reconoce. Empezó a trabajar en Price Waterhouse en la parte de consultoría del sector público, con lo cual sus clientes eran básicamente administraciones públicas, para las que desarollaba proyectos de consultoría y gestión de fondos europeos. Ahí fue como empezó a conocer de cerca el funcionamiento de la administración.
En 2012 le surgió la oportunidad de empezar a trabajar en Castilla-La Mancha en el gabinete de la consejera de agricultura. «Fue una experiencia muy enriquecedora de tres años. Aparte de hacer gestiones de gabinete en apoyo a las reuniones de la consejera, llevaba también toda la parte parlamentaria de relaciones con las Cortes de Castilla-La Mancha. Así pude conocer cómo funcionaba desde dentro todos los temas parlamentarios a nivel autonómico», señala.
Tras estar tres años en Toledo, en 2015 pasó a trabajar en el Gabinete de la ministra de Agricultura y Medio Ambiente, en donde fue director de la asesoría parlamentaria, responsable de la coordinación entre el Congreso y el Senado, Presidencia, Relaciones con las Cortes y el Ministerio de Agricultura. «Fue una experiencia interesante porque pude ver desde dentro cómo funcionaban las comisiones parlamentarias en el Congreso y en el Senado. A partir de ahí vi que podía aportar mucho en el ámbito de los Asuntos Públicos y, hace tres años, llegué a evercom donde dirijo desde entonces la parte de asuntos públicos y relaciones corporativas».
Tu anterior trabajo como asesor parlamentario te permitió conocer el lobby desde el lado de la Administración. ¿Cómo se ve la actividad de Asuntos Públicos desde uno y otro lado?
En Price tenía una visión desde fuera. Dentro de la Administración, veías cómo las empresas o las asociaciones se acercaban a trasladar sus puntos de vista y sus intereses. Y ahora me encuentro en una posición intermedia donde ponemos en contacto al sector privado con el sector público. Aquí te das cuenta que en muchas ocasiones las empresas y los legisladores o el poder ejecutivo no hablan el mismo lenguaje. Y para eso estamos nosotros: para plantear una estrategia, desarrollar los mensajes concretos que quieres trasladar y estructurar esa labor de lobby que tienen que hacer las empresas.
¿En qué te ha beneficiado tu paso por la Administración en tu actual trabajo de consultoría?
Yo creo que es fundamental tener esa experiencia desde dentro, que te permite conocer de primera mano cómo funciona la Administración y los trámites parlamentarios. Porque, en ocasiones, puede que sea más eficaz una reunión con un director general, con un subdirector o con un jefe de servicio o de área si es para temas más técnicos, que con el ministro. Por lo tanto, esa experiencia te da una mejor visión para saber con quién hay que contactar, en qué momentos de la tramitación de una iniciativa parlamentaria y qué mensajes trasladar a cada uno de esos actores.
¿Cómo está organizada el área de Asuntos Públicos en evercom?
En evercom, el área de Asuntos Públicos está dentro de la división de Comunicación Corporativa y Asuntos Públicos, que dirige Juan Gabriel Corral. En el área de Asuntos Públicos, nos encargamos de definir estrategias para empresas o diversas entidades que, en muchos casos, no son exclusivamente de Asuntos Públicos, sino que se apoyan en acciones de Comunicación. En evercom tenemos dos departamentos transversales muy potentes, que están especializados en comunicación digital y en departamento de creatividad, en los que nos apoyamos para desarrollar nuestras estrategias. Así, podemos poner en marcha estrategias integradas de 360º en las que un plan de Asuntos Públicos se beneficia de todas las sinergias que les aportan estas otras áreas.
En vuestro departamento, ¿contáis con clientes con los que ya trabaja evercom en temas de comunicación o tenéis también clientes exclusivos para temas de public affairs?
Hay de todo. Hay clientes sólo de Asuntos Públicos: Para algunos, por ejemplo, desarrollamos un trabajo concreto de lobby porque hay un proyecto de ley en tramitación que le afecta y planteamos una estrategia concreta para ese tema. También hay clientes que no tienen un tema regulatorio sobre la mesa, pero a los que les interesa contar con una estrategia de relacionamiento con la Administración, con el Congreso o con el Senado. Y luego tenemos clientes que combinan ambas cosas, que no sólo quieren hacer una estrategia de relacionamiento, sino también mejorar su reputación y posicionarse como un actor relevante. En esos casos, activamos la palanca de comunicación con el objetivo de convertirlos en una organización más visible y reconocida. Yo creo que ese es nuestro valor diferencial: que podemos desarrollar esas estrategias conjuntas que aportan mucho valor añadido a los clientes.
¿Qué tipo de clientes tenéis?
Trabajamos con todos los sectores. Desde el sector agroalimentario, que por mi formación es el que mejor conozco y donde tenemos un número alto de clientes, hasta los sectores financiero, tecnología, sector del empleo… Hay clientes de todo tipo.
¿Cuál es el perfil profesional del consultor de Asuntos Públicos que trabaja en evercom?
Es un perfil muy variado. Los perfiles más habituales son de Derecho, Relaciones Internacionales… También hay periodistas, en estos casos más encaminados al ámbito de la comunicación dentro de la división y que, en proyectos puntuales, también participan en el área de Asuntos Públicos. Digamos que esa diversidad es lo que nos permite ofrecer un mejor enfoque.
Las competencias en materia de Asuntos Públicos, en gran parte de las empresas, suelen depender del Director de Comunicación. ¿Consideras que este es un modelo adecuado o tal vez debería existir otro modelo?
Las empresas son cada vez más conscientes de la importancia de los Asuntos Públicos y de la necesidad de tener un departamento independiente que incluso pueda reportar a la dirección general y participar en los comités. Porque lo cierto es que los Asuntos Públicos impactan en la cuenta de resultados, ya que toda la nueva legislación que surja va a tener un impacto económico. Yo creo que cada vez las empresas evalúan mucho más los efectos económicos que pueden tener las políticas o las regulaciones en su negocio.
¿Cómo crees que son actualmente las relaciones entre profesionales de Asuntos Públicos y políticos/representantes de Administraciones? ¿Son receptivos a vuestras propuestas?
Hay de todo. Los políticos son cada vez más conscientes de que, cuanta más información reciban de los temas sobre los que tienen que legislar, mejores serán las políticas que posteriormente desarrollen. Yo creo que ese es un paso muy importante. Es decir, que el político reciba toda la información de todos los sectores y con todos los puntos de vista, y que luego él tome la mejor decisión para el interés general. Sí que es cierto que hay algunos grupos o algunos partidos políticos que son más reticentes a recibir a grandes empresas o a multinacionales, con los cual se pierden una parte de la visión y se quedan sólo con una parte de los argumentos. Nosotros siempre decimos a nuestros clientes que, cuantos más datos aportemos, y lógicamente de forma transparente, mejor será en resultado. Si te reúnes con un político y le aportas poco, posiblemente no te vuelva a recibir. Pero si ve que la información que reciben es útil, está argumentada y apoyada en datos económicos y de impacto, se crea una predisposición para mantener esa relación a largo plazo.
Has dicho que suele haber políticos más reacios. ¿Cómo crees que se puede mejorar esta relación?
Es importante el tema, del que ahora se está hablando mucho, de la regulación de los grupos de interés, tanto a nivel del ejecutivo con ese anteproyecto de ley sobre transparencia para la regulación de los grupos de interés, como en el Congreso y en el Senado con la reforma del Estatuto del Congreso para mejorar esa transparencia y la regulación de los grupos de interés. Yo creo que ese es el primer paso para que la relación entre las empresas y el sector público sea lo más transparente posible, y legislada con un registro de grupos de interés. Es la mejor forma para que el lobby deje de tener esa percepción de hace años como algo turbio, y se convierta en lo que realmente es: una relación transparente entre el sector público y el privado con el objetivo común de mejorar las políticas públicas.
En el mercado español de public affairs, podemos diferenciar dos tipos de consultoras: las consultoras de comunicación que cuentan con una división de Asuntos Públicos y otras consultoras especializadas únicamente en lobby. ¿Qué ventajas e inconvenientes creen que tienen ambos modelos?
Como he comentado antes, creo que una ventaja nuestra está en el hecho de poder crear estrategias integradas 360º de asuntos públicos, comunicación, temas digitales y creatividad. Al final, eso aporta al cliente un valor añadido en todo el proceso. Sí que es cierto que hay las empresas que se dedican sólo a Asuntos Públicos y que están más enfocadas hacia el lobby y a temas más concretos regulatorios, donde a un cliente le afecta más una determinada legislación y plantea la estrategia para influir sobre esa regulación y defender así los intereses del cliente. Pero, al final, el objetivo es el mismo. De una forma u otra, lo que se pretende es dar un servicio al cliente para que traslade sus intereses a la Administración y conseguir mejorar las políticas públicas.
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