MARÍA MUÑOZ, EJECUTIVA DE COMUNICACIÓN EN ESCAPADA RURAL Jueves 4 de octubre de 2018
En los últimos años se ha generado una corriente de clasificación de los targets en función de la generación a la que pertenecen. Todo comenzó con los conocidos millenials, quienes nacieron en el inicio de la digitalización y revolucionaron los mercados, interactuando con ellos de manera totalmente distinta a la que lo habían hecho sus progenitores.
Esta definición marcó un precedente en términos de clasificación de segmentos que ha ayudado a definir hábitos de consumo y comportamientos según generaciones, una información muy valiosa para todo tipo de mercados, que está ayudando a adaptar las estrategias y la comunicación a los diferentes grupos, para así aumentar su rentabilidad.
En un sector que abarca un abanico tan amplio de consumidores como el del turismo, es de especial importancia identificar las particularidades que separan a estos grupos para poder dar respuesta a sus necesidades de manera adecuada. De este modo, no sólo estaremos ofreciendo servicios a medida del viajero sino que nos diferenciaremos en un mercado extremadamente homogéneo.
En esta clasificación encontramos cuatro grandes grupos:
Los centenials: Grupo al que pertenecen niños y adolescentes de hasta 18 años. Son nativos digitales que utilizan el Smartphone para todas las fases del viaje, desde la inspiración hasta la reserva. Han nacido sobreexpuestos a la información y son un público altamente formado, su aprendizaje le ha llevado a preocuparse por temáticas tales como el cambio climático y la sostenibilidad del planeta, valores que les unen con el ecoturismo. Son amantes de la inmediatez y, en el caso del turismo rural, se identifican como un público prescriptor. Es decir, no son los compradores directos, pero sus preferencias se trasladan directamente a los padres, quiénes se ven influenciados en la toma de decisiones. Este potencial se traduce en una gran oportunidad de hacer de los hijos un gran aliado para atraer al público adulto.
Los millenials: Nacidos entre el 1981 y el 2000. Al igual que sus predecesores, son viajeros totalmente conectados, buscan inspiración en redes sociales y se dejan influenciar por personas que admiran o conocen. Son un segmento activo con un nivel económico inferior a sus padres, es por ello que son muy sensibles a las ofertas. Prefieren reservar sus estancias por internet, a poder ser, a través de sus móviles.
Se trata de un tipo de clientes que acostumbran a practicar este tipo de escapadas acompañados de amigos, lo que supone un formato cuya manera de viajar presenta ciertas particularidades, que no son las mismas que las de un cliente familiar o en pareja. Así, según el estudio de investigación de mercados del Observatorio del Turismo Rural, liderado por EscapadaRural, la EUHT CETT-UB y Netquest, cuando los turistas rurales realizan su estancia entre amigos los dos aspectos que valoran más de un alojamiento rural son la posibilidad de disfrutar de espacios comunes amplios y la amabilidad del propietario. En el caso de los millenials además y por supuesto, tendrían que contar con una buena conexión a internet para poder compartir sus experiencias con sus contactos.
Generación X: Nacidos entre el 1965 y el 1980. Conocidos como la generación puente, ya que durante su juventud vivieron una gran evolución tecnológica que les hizo cambiar la manera de consumir que tenían sus padres. Hablamos de un viajero activo con una vida económicamente estable que viaja acompañado por su familia más próxima y acostumbra a hacer las reservas a través de internet, aunque sean inmigrantes digitales. Como viaja en familia busca instalaciones accesibles y seguras y valora que los alojamientos ofrezcan actividades complementarias. Son un segmento que tiene cierta tendencia a viajar con mascotas, es por ello que valoran los alojamientos que permiten su entrada.
Los baby boomers: grupo al que pertenecen las personas que nacieron en la post-guerra mundial (1946-1964), durante un momento de desarrollo económico importante. Su preocupación básica a la hora de viajar es el bienestar y la desconexión en un entorno rural siguiendo patrones clásicos en las fases del viaje: antes, durante y después. Tiene un impacto relativo en las nuevas tecnologías que propicia una oferta muy básica y homogénea. Disfrutan de una vida cómoda y son la generación con la mayor capacidad de gasto, es por eso que son un target con un impacto muy fuerte en sectores como el ocio, el turismo y la hostelería.
Por último, los viejenials: Un segmento de población jubilada, que dispone de mucho tiempo libre, por lo que les convierte en un grupo potencial a la hora de buscar soluciones al problema de estacionalidad del turismo. Son personas que valoran el trato cercano y personalizado y no se sienten cómodos con la tecnología. Viven con cierta preocupación por su salud, cosa que les lleva a buscar ofertas que contribuyan a sus hábitos saludables. Acostumbran a viajar en pareja y en algunos casos lo hacen acompañados de un grupo de amigos.
Estos hábitos de consumo que clasifican a cada una de las generaciones de hoy en día son una de las claves del nuevo paradigma de los mercados: la diferenciación. Para ello hay que generar ventajas competitivas sin intentar “matar moscas a cañonazos”, sino apostando con cada acción por un segmento concreto y planteando estrategias de especialización que aporten valor a un target definido.
Artículo de María Muñoz, ejecutiva de Comunicación de EscapadaRural.com