ARTÍCULO DE LUDI GARCÍA (HOTWIRE) / Para hablar de ChatGPT hay que hablar de IA primero, una tecnología tan amplia y revolucionaria que se lleva desarrollando desde 1950, cuando el matemático Alan Turing, se preguntó si las máquinas podrían pensar. Años después un hito que marcó esta revolución fue cuando IBM lanzó Deep Blue, una computadora que ganó al campeón mundial de ajedrez Gary Kasparov. Por primera vez, el hombre fue derrotado por la máquina.
Por Ludi García, Managing Director de Hotwire / 21 de febrero de 2023
La IA es una revolución en sí desde que nació, pero los avances han estado fuera del alcance de muchos, solo las personas que se han dedicado profesionalmente al sector tecnológico han podido ser conscientes de la evolución. La sociedad se ha ido beneficiando de ello pero de forma paulatina, pero si nos paramos a pensar, a día de hoy podemos decir por ejemplo que con los avances tecnológicos y el nacimiento de internet, la productividad es infinitamente mayor que en 1996.
La IA ha progresado en la tecnología que se utiliza para entrenarla y como se pone al servicio de los usuarios y ChatGPT es la democratización del acceso a la IA. Hasta este lanzamiento no existía la posibilidad tangible de experimentar en primera persona lo que era una aplicación de IA. Ahora con los elementos más básicos, conexión a internet, un ordenador y una dirección de email, una persona ajena al sector de la tecnología, tiene acceso total e incluso gratuito a esta tecnología.
ChatGPT es una herramienta complementaria no sustitutiva. Es una gran oportunidad para optimizar nuestro tiempo en ciertas tareas y que sea un complemento a nuestro entorno profesional, un recurso válido para un objetivo específico controlando siempre el uso que se hace. Porque la tecnología no es en sí misma buena o mala, si no el uso que se le da y la intencionalidad del mismo.
A nivel profesional, y más concretamente en el sector de la comunicación, está pensada para la generación de texto, en teoría su objetivo es que se pueda utilizar para redactar contenido de noticias y artículos de manera rápida y eficiente, permitiendo a los profesionales de la comunicación publicar más contenido en menos tiempo.
Y yo me pregunto, ¿tiene criterio a la hora de la investigación y verificación de la información? ¿Cuál es el origen de las fuentes? ¿Obtenemos un contenido de calidad?
Los periodistas y expertos en comunicación utilizamos nuestra capacidad y tiempo para investigar y seleccionar información, identificar los ángulos informativos, crear un contenido de valor con un criterio profesional muy especializado y basado en un expertise, y ese valor añadido no lo puede proporcionar una herramienta. El ingenio, la ironía, la creatividad o el olfato de un periodista no están implementados en la máquina, y es obviamente lo positivo, que la tecnología siempre va a necesitar de un humano.
Si bien es cierto que es una tecnología en progreso y desarrollada por personas, está cometiendo errores. En nuestro entorno puede dar información no veraz de los hechos y puede llegar a desinformar si se utiliza de una manera masiva y más siendo gratuito y sin ningún tipo de sistema de verificación. Ya se han dado casos de usos malintencionados como la creación de código para páginas web spam, creación de contenido vago en colegios o información incierta que compromete a personas.
Somos conscientes que, desde que nació internet, hay demasiada información y a su vez contenido vacío. En esta dirección hay muchas empresas que se dedican a la creación y venta de este tipo de contenido, por lo que no podemos contribuir más a ese caos.
ChapGPT es una herramienta de automatización y no de creación. No podemos confiar al 100% en la información que proporciona, hay que saber discernir, pues trabaja en base a la información que se le carga, y es muy fácil de manipular. Debemos tener cuidado, ser conscientes de sus limitaciones pero también de las oportunidades y posibilidades que nos puede proporcionar en un futuro a corto plazo.
En este sentido, la posible amenaza que acecha en el sector no es del todo real. Ahora mismo es más un testeo, una especie de juego, algo más lúdico que de uso profesional. No deja de ser un modelo probabilístico que no es consciente de lo que dice y comete fallos, y aun siendo un gran logro a nivel tecnológico, está en desarrollo, por lo que hay que solventar muchos errores y definir de una forma mucho más precisa sus usos.
Es una herramienta que acaba de nacer y la oportunidad reside en aumentar la productividad con usos profesionales y ayudar en la optimización del tiempo de tareas más sencillas que nos permita centrarnos en la parte más creativa y en la generación de ese valor añadido. Se puede enfocar en corregir, evaluar y complementar el contenido, que sirva como un filtro de calidad y para empujarnos a ser mejores profesionales.
La regulación de la IA, el gran reto
Es un hito revolucionario y es necesario acoger todos los avances tecnológicos que van llegando, pero lo que es más necesario aún es la regulación de los mismos.
Internet cuando llegó a nuestras vidas, las revolucionó de forma positiva, pero puso patas arriba todo el sistema legislativo. Y el problema reside en que la tecnología va infinitamente más veloz que la regularización.
Surgen problemas a resolver como la propiedad intelectual y los derechos de creación y autoría, principios de veracidad, protección de datos, modelo de explotación económica, intrusismo profesional o la ética en sus usos. En este sentido ya se está trabajando en posibles soluciones como el desarrollo de una marca de agua criptográfica para identificar la creación de ese contenido, en normas y reglas de su utilización o en la verificación de la información que procesa. Para poder ser una herramienta más funcional y segura hay que solventar errores y construir un marco legal que proteja a los usuarios. La UE ya está trabajando en ello, pero siempre llegan tarde.
Además de un grandísimo avance tecnológico, es un hito social muy importante, pues es muy significativo que tenga visibilidad en los telediarios y que la tecnología sea una noticia de alcance general. Ponerla en conocimiento y al servicio de la gente de a pie es determinante para que la sociedad sea consciente de los avances tecnológicos, pues conocer los pros y los contras de la tecnología, evitará que surja el pánico al mismo tiempo que se contagian del optimismo de la propia revolución y aprendan a utilizar la tecnología.
¿Enemigo o aliado? Dependerá del uso que se le dé o a qué sectores se aplique.