ARTÍCULO DE CAROLINA HERVES ( WEBER ) / “Si no puedes explicar o comunicar algo utilizando un lenguaje que un niño de 6 años comprenda, entonces tú mismo no lo entiendes”. Ya Albert Einstein tenía clara la importancia de desarrollar habilidades de comunicación, así como de contar con una estrategia y un objetivo definidos.
Por Carolina Herves, Directora de Cuentas en Weber Shandwick / 4 de abril de 2024
La comunicación eficaz constituye un pilar fundamental en el panorama empresarial actual, demostrando ser un motor propulsor del liderazgo y del éxito en las organizaciones. De acuerdo con un estudio realizado por Harvard Business Review, el 91% de los empleados considera que la comunicación efectiva, tanto interna como externa, es crucial para el éxito de sus organizaciones.
Y lo cierto es que todos contamos con habilidades innatas para la comunicación. Es lo que nos diferencia de otras especies y hace que, a pesar de sus innegables fallos, el ser humano haya sido capaz de protagonizar grandes logros. Hemos pasado de vivir en las cuevas a hacerlo en ciudades como Helsinki, donde la calefacción está debajo de las calles. De movernos en carreta a construir trenes solares de alta velocidad, capaces de desplazarnos a 350 kilómetros por hora de forma sostenible. Y todo lo hemos hecho cooperando.
Dice el eslogan de una conocida cadena de gimnasios que la felicidad se entrena. La comunicación -la verdaderamente eficaz- también. Se entrena la empatía, la comunicación no verbal, la capacidad de escucha, la claridad y la concisión. Y eso tiene premio. Se llama éxito empresarial.
Aunque todos comuniquemos, no lo hacemos igual. El que sea capaz de entender y hacerse entender juega con mucha ventaja. Y en esta búsqueda de efectividad, el componente psicológico vinculado a las soft skills, tan presentes actualmente en el entorno laboral, juega un papel fundamental.
El empresario, inversor y orador motivacional estadounidense Robert Kiyosaki afirmaba que “para ser un buen comunicador, primero debes ser bueno en psicología humana”. Es decir, necesitas saber qué quieres comunicar, qué quieres obtener, dominar las técnicas de comunicación efectiva… pero también saber escuchar y comprender al interlocutor para definir qué teclas pulsar en cada caso.
En el dinámico mundo empresarial actual, las habilidades comunicativas sólidas son un componente crítico para garantizar un correcto flujo de la información que se quiere transmitir, con un camino definido que lleva hacia la construcción de relaciones más sólidas, el impulso de la influencia positiva, el compromiso, el crecimiento del negocio y la consecución de negociaciones de manera exitosa.
La comunicación es el arte de conectar con los demás. Y como tal debe ser tratada. Como una técnica que se tiene, pero que debe mejorarse, pulirse, entrenarse. Porque, ahora y siempre, está llamada a marcar la diferencia. A convertirse en la piedra angular del futuro de las empresas que quieren ser dueñas de su propio camino hacia el éxito. Y solo funcionará si es efectiva. Construyamos puentes con ella, no muros.