ARTÍCULO DE BEATRIZ ZABALA (HOTWIRE) / La estrategia está presente en casi todas de las decisiones que tomamos en nuestro día a día, sobre todo cuando se trata de prever escenarios futuros a los que nos vamos a tener que enfrentar. Si bien es cierto que no siempre somos conscientes, ni tenemos un conocimiento explícito de lo que significa realmente ser estratégicos.
Por Beatriz Zabala, directora de Estrategia en la agencia de comunicación Hotwire / 1 de diciembre de 2022
Para el equipo de Hotwire, la estrategia consiste en tomar decisiones reflexionadas en cada bifurcación que encontramos en nuestro camino, apoyándonos en la investigación y los datos, que nos permitirán tener un conocimiento profundo de la situación y el entorno en el que nos movemos.
En todas las fases de la estrategia hay que escoger y renunciar a algo. Desde identificar el mayor reto que necesitamos resolver, el público adecuado al que nos queremos dirigir, el mensaje más relevante que hay que transmitir o la idea creativa correcta, todo ello alineado con lo que una marca quiere ser y quiere representar. Las buenas estrategias implican valorar múltiples opciones y enfrentarse a elecciones complejas. Evitarlas, lleva en ocasiones a una falta de enfoque y a ideas fallidas o en palabras de David Ogilvy, «dame la libertad de un briefing estricto”.
Entonces, ¿cómo podemos aplicar esta filosofía para ayudar a nuestros clientes a tomar las mejores decisiones? ¿Cómo convertimos los datos en conocimiento? Y, desde ahí, ¿cómo llegamos a definir el mejor camino en cada momento?
En primer lugar, es imprescindible recopilar y contrastar tantos datos como sea posible provenientes de una amplia variedad de fuentes: redes sociales, blogs y foros, noticias, organizaciones públicas y privadas, valoraciones y comentarios de los clientes y los propios datos internos de la organización. Otros datos sobre el rendimiento de la categoría, el negocio y los productos, también pueden desempeñar un papel clave para la identificación del problema que hay que resolver.
Todo este proceso nos hace pasar de la información al conocimiento, y es donde empezamos a encontrar las pistas determinantes para ayudar a las marcas a estimular el crecimiento del negocio. Llegar a este punto siempre requiere un cierto nivel de complejidad, pero merece la pena el esfuerzo, ya que estas verdades son a menudo catalizadores de nuevas ideas.
Y así llegamos al último paso de nuestro proceso de planificación estratégica: la elección de esa idea característica, coherente, creíble y que va a ser lo suficientemente importante para un número significativo de personas. Llegar a la elección significa organizar y simplificar los datos, y herramientas como la IA, que ya forman parte de las dinámicas de las agencias de comunicación como Hotwire, permiten agrupar los hallazgos por temas de forma muy eficaz. Hoy en día, todo el mundo tiene datos. Lo que marca la diferencia es saber utilizarlos para sacarles el mayor provecho y, en definitiva, impulsar el crecimiento de nuestros clientes.