jueves, noviembre 21, 2024

Cinco lecciones de comunicación de Lady Whistledown

ARTÍCULO DE ARANTZA CHIVITE (theGarage) / Querido lector: Tras recuperarnos de otra excitante entrega de la última serie que ha conquistado nuestros corazones, no podemos negar que los Bridgerton se han convertido en un soplo de aire fresco para quienes, como Esta Autora, disfrutan intensamente de la literatura y el cine de tacitas (no me oculto). Altas dosis de azúcar, una publicación encubierta y una cronista anónima: los ingredientes adecuados para que una comunicadora permanezca pegada a la pantalla.

Por Arantza Chivite, Manager de Brands & Reputation en theGarage / 19 de julio de 2024

El personaje de Lady Whistledown, una reinterpretación de Gossip Girl en la Regencia inglesa de principios del siglo XIX, es una autora anónima que describe la crónica social de la nobleza anglosajona con una pluma afilada y cantidades generosas de ironía. Su boletín se distribuye por los hogares de la élite londinense, narrando sin tapujos lo ocurrido en cada baile, recital o velada íntima.

Ahora que hemos podido analizar todas las sorpresas del final de la temporada, no he podido evitar reflexionar sobre el poder de la comunicación, la importancia de manejar bien los tiempos y, especialmente, la fragilidad de la reputación. Estos son los cinco aprendizajes que Esta Autora ha extraído de la serie:

1) Es tan importante lo que uno calla como lo que cuenta (y cuándo)

Lady Whistledown utiliza la información a su antojo para favorecer sus intereses y ayudar a sus amistades en la vida real. En relaciones públicas y comunicación es esencial ser transparente, muy al contrario de las prácticas de esta cronista en general. Sin embargo, su magistral entendimiento de cómo reservar sus conocimientos para divulgarlos en el momento adecuado puede, sin duda, ayudarnos a definir mejores estrategias de comunicación.

2) El off the record no existe (y siempre hay ojos que miran)

La serie es un fiel reflejo de que lo que se dice, incluso en un ambiente de confianza, tiene bastantes papeletas de acabar siendo de dominio público. Del mismo modo, no cabe esperar mantener ocultas las conductas inapropiadas. Ante la duda, prepárate lo mejor posible para todo lo que sea susceptible de ser publicado.

3) Nada supera a una buena recomendación

A lo largo de los episodios se desarrollan situaciones en las que una simple palabra de reconocimiento de la persona adecuada – particularmente de la reina – lo es todo para adquirir prestigio y relevancia social, así como recuperar el honor dañado. Busca siempre el apoyo de terceros, ya sean otras marcas, organizaciones o personas expertas, para reforzar tu credibilidad.

4) Toma las riendas

En comunicación hay demasiados elementos que escapan a nuestro control. No delegues en terceros ni trates de evitar lo que, en realidad, siempre ha dependido de ti: hacerse cargo y controlar el mensaje en primera persona.

5) La reputación es tremendamente maleable

La última y más importante lección de los Bridgerton es que la reputación es una montaña rusa de continuos virajes en la que no importa el punto de partida, sino el final. Cualquier error puede hundir la consideración de una familia al completo, y recuperarla es, sencillamente, una hazaña. Es imprescindible rodearse de buenos expertos y profesionales – ¡en la serie son las madres! – para mitigar los efectos de una crisis en la reputación de tu marca.