domingo, diciembre 22, 2024

El futuro pasa por la realidad inmersiva y la universalización del metaverso

ALBERTE SANTOS LEDO (EVERCOM) / El futuro de las agencias tiene que evolucionar hacia estrategias cada vez más inmersivas y experienciales. Los anunciantes demandan nuevas formas de relación con sus stakeholders pero no solo a través del relato sino de la forma del relato y de la calidad bidireccional de sus puntos de encuentro con ellos.

Por Alberte Santos Ledo, CEO de la agencia Evercom / 8 de junio de 2022

Las agencias (sin apellidos) tenemos que poner todos nuestros recursos estratégicos, creativos, planificadores y analíticos al servicio de los nuevos modelos de comunicación que está introduciendo el metaverso. Sin cambio no hay futuro. La ambición exige adaptación. Recientemente hemos creado un grupo de trabajo, dentro del área de Evercom Evolution, para trabajar los nuevos lenguajes y fórmulas relacionales que abre el metaverso para todos los que nos movemos en el entorno de las agencias: creativos, storytellers, consultores de estrategia, analistas digitales… Es un punto de partida que nos está permitiendo avanzar los primeros proyectos para algunos clientes.

Nuestra obligación es viajar más allá de la realidad que más inmediatamente nos rodea. La globalización se le ha quedado pequeña al metaverso. La realidad inmersiva ofrece nuevas formas de comunicar y de vivir y quizá en un plazo mucho más corto de lo que creemos; nuestras vivencias viajarán de la realidad material a la inmersiva con la misma naturalidad con la que bebemos un vaso de agua cuando tenemos sed. Decía el escritor francés Pierre Michon en su libro de retratos “Cuerpos del rey” que “sabido es que a quien se embrolla en la categoría de lo Sublime, a quien se hace el ángel, las cosas se le suelen poner feas, y todo cuanto consigue es levantar muro sobre muro hasta el silencio definitivo”. Esta premonición literaria podría dar el calado y profundidad de cuánto nos jugamos las agencias ante este cambio de paradigma y de modelo de realidad y de relación.

Pero, junto con esto, las agencias -desde mi particular punto de vista- debemos dejar atrás las viejas áreas de especialización que en paralelo hemos ido desarrollando (tanto desde la publicidad hacia la comunicación como desde la comunicación a la creatividad) y construir entre todos -cada cual con su tripulación y hoja de ruta- una oferta de servicios que no deje atrás ninguna disciplina (ninguna área de negocio). Se necesitan más especialistas -profesionales con capacidades más concretas y selectivas- pero al mismo tiempo los nuevos canales y formas de comunicación exigen una visión integrada. Nada nuevo bajo el sol de las agencias. Nuevos desafíos que servirán para que unas avancen y corran y otras -como decía el escritor francés- se queden atrás.

El futuro de la comunicación está por llegar, pero lo que ya ha emergido exige que la adaptabilidad y organización de nuestras actividades y relaciones con el cliente cambie a mucha velocidad. Cuando empecé en esta industria, quizá bastaba con pocos recursos y conocimientos muy concretos y limitados para salir adelante y aportarle valor a los clientes. Hoy, no. La complejidad del mundo de la comunicación actual exige una revolución: la de las agencias. Como dijo Obama en su primer discurso presidencial: “the best is yet to come!”. ¡Estoy seguro!