REDACCIÓN Jueves 3 de marzo de 2016
En los manuales de crisis y los ensayos para responder a momentos comprometidos, seguro que no figura una situación como la vivida por el alto directivo de la división de turismos de Volkswagen Jürgen Stackmann en el Salón de Ginebra cuando se encontraba en plena presentación de su nuevo modelo Up!
En un momento determinado del acto, el cómico y activista británico Simon Brodkin se reventó la presentación Stackmann, en clara alusión al escándalo Volkswagen.
Brodkin, disfrazado de mecánico de la marca, entra en escena con una caja en la que pone ‘Cheatbox’ (Caja de las trampas) y se dispone a «arreglar» el coche y su «motor trucado».
Según la descripción de El Español, Stackmann, sonrisa nerviosa en ristre, intenta solventar la situación respondiendo a los mensajes del bromista. «No necesita ser arreglado. Es un modelo nuevo y está en perfecto estado», señala el consejero de Volkswagen y el que fuera jefe de la española Seat hasta noviembre pasado.
En ese momento aparecen los efectivos de seguridad del evento y sacan al cómico del escenario. Sin embargo, conforme se va alejando, Brodkin lanza su último dardo: «El Señor Müller (en referencia al presidente ejecutivo de VW) dice que está bien… siempre y cuando nadie se entere de ello».