REDACCIÓN Martes 11 de diciembre de 2018
Noches, fines de semana, horas intempestivas… No es lo ideal, pero muchas veces el profesional de la comunicación se ve obligado a trabajar a deshoras.
Nuestra profesión está llena de imprevistos y picos de trabajo que hay que saber abordar. Aunque seas el rey de la organización, lo normal es que en las necesidades de tus clientes, si trabajas en una agencia, destrocen cualquier planificación previa. Igualmente ocurre si prestas tus servicios en un departamento de comunicación: una situación imprevista, una petición de última hora de un periodista, una crisis de comunicación en redes… Muchos frentes que atender que seguro que hacen que, en más ocasiones de las deseables, tengas que alargar tu jornada laboral, y hacer horas extras en plena madrugada, en una casa rural durante una escapada con la familia o en la sala de espera del AVE o el aeropuerto.
Hay alguna receta para gestionar situaciones como éstas. Aunque cada maestrillo tiene su librillo, he aquí algunas recomendaciones generales que te pueden ser útiles:
Oblígate a descansar.
Cuando vives momentos de horas y horas de intenso trabajo, debes “obligarte a descansar”. Es la mejor manera de, en la práctica, ser más productivo y no caer en una situación en la que, por mucho tiempo que le dediques, apenas avances en tu actividad. Si no lo consigues, puedes recurrir a alguna ayuda. Hay quien utiliza la melatonina en pastillas que se venden en farmacia. Es una sustancia natural que ayuda a conciliar el sueño y a descansar. Para quienes hacen muchos viajes internacionales, es recomendable intentar durante el trayecto adaptarse al horario del país de destino.
Sin olvidar el ejercicio físico.
Conviene intercalar el trabajo con cualquier actividad de tipo físico. Desde hacerte una escapada al gimnasio o la clase de pilates, hasta caminar o sacar a pasear al perro. Eso te ayudará a desconectar durante algún tiempo y retomar tu actividad con las pilas cargadas. Un poco de ejercicio físico te ayudará a aumentar tu capacidad de concentración y tu creatividad.
Planificar y replanificar.
Planificar es algo que a algunos les parece imposible cuando llegan las puntas de trabajo. Pero es una obligación ineludible si quieres cumplir tus objetivos. Cuando te sientas desbordardo por una serie de tareas que no habías previsto, empieza de cero y introdúcelas en una nueva planificación. Te ayudará a ejecutarlas en un tiempo previsto y a ver en conjunto todas esas tareas pendientes, lo que te dará tranquilidad y sensación de dominio del tiempo. En esta línea, es de gran ayuda, desde el punto de vista psicológico, elaborar un listado de tareas e ir tachando, porque da la sensación de que vas avanzando. Tampoco conviene que planifiques tu día al 100%. El truco es hacerlo al 70-80%, ya que debemos ser conscientes de que vamos a sufrir interrupciones inesperadas.
No lo dudes… ¡delega!
Si eres de los que se creen imprescindibles y padeces el síndrome del “si no lo hago yo…”, es muy posible que entres en un círculo vicioso de no saber o no querer delegar. Y entonces lo vas a pasar muy mal cuando tengas una punta de trabajo. Seguro que hay alguien del equipo más desocupado que puede ayudarte para realizar algunas de las tareas. Dales explicaciones lo más específicas posibles de lo que quieres conseguir con esa tarea y establece medidas de control y supervisión.
Colaboradores expertos en ‘marrones’
En el sector de la comunicación, donde es habitual trabajar a deshoras, es muy conveniente contar con colabores freelance externos acostumbrados a trabajar en situaciones de estrés y máxima presión. Lo cierto es que no importa donde vivan, ya que hoy es posible crear grupos de trabajo a distancia con la máxima eficacia. Así que intenta disponer de un equipo freelance de estas características de periodistas, consultores, fotógrafos, creadores de vídeo, informáticos, ilustradores, traductores…
Siempre conectado
Aunque actualmente existe conexión inalámbrica en casi todos los sitios, también a veces se producen cortes temporales o bien la calidad y la rapidez en la transmisión de datos no siempre es toda lo buena que cabe esperar. Por ello, y sobre todo si tienes que viajar habitualmente al extranjero, es recomendable comprar tarjetas de datos móviles de los países en los que suelas estar. Seguro que te van a sacar de más de un apuro. Y, ni que decir tiene, utiliza todos los recursos de la nube para que puedas realizar tu trabajo aunque tengas una movilidad extrema.