Si echamos la vista atrás -apenas 2 años- son recurrentes las noticias de grandes corporaciones que se han mostrado interesadas en abrir sus puertas a lo que llamamos Inteligencia Artificial (IA). Sin embargo, los mensajes hasta ahora han sido prudentes en aras de evitar cualquier malestar entre los sindicatos y trabajadores. Pero todo proceso de cambio implica ciertos miedos y cuestionamientos. Si no controlamos el qué y cómo decimos, el único efecto que tendremos es convertirnos en un nuevo aliciente a los que critican las malas artes de una nueva tecnología que pretende sustituir a los humanos.
Por Iria Sagalés, cofundadora y PR Director en BAMBU / 11 de diciembre de 2024
A pesar de que la inteligencia artificial ya es un componente de valor en muchas de las estrategias de negocio, todavía se encuentra en un nivel bajo, muy bajo. Por delante las grandes compañías – y no tan grandes – deben elaborar lo que denominamos un nuevo plan estratégico digital que analice, evalúe y organice el proceso y nivel de implementación de la IA en su negocio. Una parte fundamental será identificar qué personas serán las más capacitadas para liderar la transformación y adopción de la tecnología.
Hasta ahora, la comunicación se mantenía todavía en una posición dependiente al departamento de marketing y ventas. Aunque es cierto que en la última década, la digitalización y consecuente necesidad de acelerar los procesos de comunicación a todos los niveles, ha sacudido a un departamento cada vez más independiente y de mayor visibilidad en las compañías. Ahora, el nuevo cambio de paradigma sacude de nuevo esta posición para escalar a lo más alto y guiar a la empresa construyendo una narrativa íntimamente ligada a la visión de negocio del CEO. Porque sin una adecuada comunicación, veremos limitada la capacidad de cualquier negocio para explicar qué tan importante es la adopción de la tecnología como parte de la estrategia integral.
Más allá de comunicar a los empleados el rol de la IA en la empresa o qué beneficios tiene ésta en los productos y servicios que ofrece la compañía a sus clientes; en Bambu trabajamos de cerca con los clientes para identificar los puntos en común entre los objetivos estratégicos definidos previamente por los responsables de una gran corporación y las funciones de una nueva tecnología capacitada para elevar el potencial de estos mismos objetivos y construir una narrativa efectiva. No es baladí, que el CEO espera una estrategia de comunicación sólida que permita reconducir la comunicación con nuestros socios estratégicos e inversores, un refuerzo de la narrativa de la compañía que incluye valores, misión y visión o una comunicación capaz de entrenar a nuestros nuevos integrantes del plan estratégico digital con la IA. Nuevos retos en la comunicación llegan en la medida que esta tecnología se implementa en las empresas, y ante sí el PR Manager debe ser capaz no sólo de entender su mecánica sino de alinearse con el propósito del cambio que se espera en la compañía.
Superada la primera fase de bienvenida, el PR Manager debe estar dispuesto a ampliar los niveles de su comunicación y saber acompañar la aplicación de esta IA a los diferentes casos de uso que se vayan generando, así como su posterior escalabilidad a otros departamentos y usos. Es en este momento cuando la comunicación interna se consolida y pasa normalizar su efecto en la actual estrategia y plan de comunicación global. A ojos del marketing, el PR Manager o una agencia de comunicación debe ser capaz de convalidar una comunicación constante con los públicos de la compañía con la canalización de la comunicación de la IA versus el día a día de una compañía en constante crecimiento. Cual araña tejiendo su telaraña, ensamblar las partes de la comunicación será el mayor reto para asegurar un proceso de adopción exitoso.
