¿Sabes cómo te ven tus clientes? ¿Cómo te posicionas en su cabeza? Porque una cosa es lo que tú crees que transmites como empresa y otra lo que los demás perciben. Para que todo vaya alineado, toma nota de los puntos a tener en cuenta en la comunicación de tu negocio.
ARTÍCULO PATROCINADO POR HALLON, INTELIGENCIA DE MEDIOS
Por Noelia Jiménez, fundadora de Redactora.net / 24 de febrero de 2023
La comunicación es la primera que se recorta cuando llegan momentos difíciles, pero la que más te puede ayudar a que tu marca/empresa esté presente en la mente de tus clientes, tanto en épocas de bonanza como de crisis.
Esta es una de las razones por las que toda empresa debería apostar por gestionar, de manera adecuada, la comunicación interna y externa de su negocio.
Si tú lo haces, pero no sabes si lo estás haciendo bien o mal, responde a cada una de las preguntas que te planteo a continuación.
Un test sencillo dividido en temáticas, que te permitirá saber si necesitas hacer una revisión de la comunicación de tu negocio o seguir por la misma línea por la que vas ahora.
Objetivos de tu negocio
Cualquier negocio que se precie debe tener unos objetivos para obtener resultados de venta.
Las estrategias de comunicación deben estar alineadas con esos objetivos, porque son las que van a ayudar a dar visibilidad a la empresa y a que la misma esté presente en la mente del cliente, no tanto cuando ella quiera, sino cuando el cliente le necesite.
Así que la primera pregunta que te hago es la siguiente: ¿Cuáles son los objetivos de venta que te has marcado para este año en tu negocio? ¿Sabes cómo los vas a conseguir? ¿Y en cuánto tiempo quieres o necesitas hacerlo?
Por supuesto, recuerda que estos objetivos tienen que ser realistas y medibles. No te sirve de nada decir que quieres aumentar el número de clientes; mejor piensa en cuántos clientes puedes abarcar, qué necesitas para llegar a un determinado número y en cuánto tiempo lo vas a conseguir.
Para quién comunicas
Tu negocio siempre tiene que tener un cliente ideal que sepa que necesita tu servicio, lo valore, esté dispuesto a pagarlo y tenga dinero para hacerlo.
Así que teniendo en cuenta todos estos puntos, dime, ¿cumple ese cliente tipo que tienes en mente con estas características? Si no es así, toca cambiar de perfil.
Además, puede que tengas un subcliente para cada objetivo concreto que te hayas fijado del negocio. Es importante que tengas este punto en cuenta a la hora de crear la comunicación de cada uno de tus productos o servicios.
Cómo comunica tu marca
En un negocio comunican las palabras, pero también la imagen. Por eso es importante que tengas bien definida la identidad verbal y visual de tu marca. Las mismas componen la identidad de marca de tu negocio.
La identidad verbal es aquella que define cómo habla tu marca. Dentro de la misma encontramos:
- La voz de marca: es aquella que te representa, independientemente del medio de comunicación que utilices. Por ejemplo, tu voz de marca puede ser cercana, sencilla y canalla al mismo tiempo. Esa voz representa unos valores, así como una forma de ser y de hacer.
- El tono de la marca: es aquella que, partiendo de la base de la voz de marca, se adapta al medio que emplees. Por ejemplo, tú puedes dar la misma información en LinkedIn y en Instagram, pero el tono de comunicación será diferente, porque el perfil de público y lo que se espera de ti en una plataforma y otra es diferente.
Teniendo esto en cuenta, ¿tienes bien definido cómo comunica tu marca? ¿Has analizado que la manera en la que comunica esté alineada con los valores que representa? ¿Es acorde en todos los contenidos que creas? Analiza y toma nota.
Qué herramietas utiliza
Si tienes todo lo anterior bien trabajado, elegir las herramientas te resultará mucho más sencillo, porque ya sabes dónde está tu público objetivo. Este es el primer criterio que deberías de seguir a la hora de elegir unas herramientas de comunicación u otras.
Y no, no solo están las redes sociales o tu web, también tienes otros formatos digitales y off line que están al alcance de tu mano.
Mi recomendación es que tengas un equilibrio del uso de herramientas de ambos mundos. ¿Por qué? Porque si las herramientas digitales te ayudan a llegar más lejos o de manera más rápida (esto, en teoría), las herramientas off line te ayudan a conectar más con tu cliente, al tener la posibilidad de tener cara a cara.
No hay herramienta digital que consiga el impacto que consigue el estar con alguien de manera presencial. Así que, dime, ¿utilizas las herramientas que sabes que tu cliente utiliza? ¿Combinas estrategias on y offline? ¿Te sientes cómodo al hacerlo?
Este último punto también es importante, sobre todo cuando estamos empezando con las estrategias de comunicación y de visibilidad.
Por mucho que nos digan que el vídeo es lo mejor para nuestro negocio, si ponernos frente a una cámara nos supera, podemos probar con otros formatos, por ejemplo, un audio, y subirlo a una plataforma de vídeo con imágenes o con ondas de voz.
Cuando comunicamos es esencial hacerlo desde la comodidad y desde el convencimiento, porque todo transmite, aunque tu interlocutor no te vea, pero sí siente lo que tu voz o imagen dicen de ti.
Cada cuánto lo haces
La constancia es la que te va a hacer llegar más lejos. Pero ser constante no significa tener que publicar a diario, ni siquiera de forma semanal.
Es importante que lo hagas en unos plazos con los que te puedas comprometer. Por ejemplo, si quieres redactar contenidos en tu blog, porque sabes que eso te va a ayudar a posicionar tu marca, ¿cuántos artículos te ves capaz de escribir en un mes? ¿Lo vas a poder mantener en el tiempo?
Esa es la medida exacta. Eso sí; no nos vayamos a engañar. Aunque la cantidad debe adaptarse a tu tiempo, también es importante que sepas si con ese tiempo que le vas a dedicar a una determinada herramienta, te merece o no la pena.
Por eso, si me dices que vas a escribir uno o dos artículos al mes en tu blog, pero que estos van a ser de calidad, te digo que vas por muy buen camino.
Sin embargo, si me dices lo mismo para una red social, te diré que será mejor que elijas otra herramienta o pensar si puedes delegar o no esta parte, porque ese esfuerzo que hagas, no te va a dar resultado, salvo que estés dispuesto a crear más contenido para esa red social.
Así que vamos con la penúltima pregunta: ¿publicas con la suficiente calidad y asiduidad que la o las herramientas que utilizas requieren? ¿Crees que esa dedicación es sostenible en el tiempo? Y si la respuesta anterior es negativa, ¿verías posible delegarlo?
Analiza tu comunicación
En este artículo te llevas unas cuantas preguntas para que puedas analizar el estado de la comunicación de tu negocio. Hacerlo, al menos, una o dos veces al año y en profundidad, te ayudará a tomar mejores decisiones.
Mi recomendación es que hagas un análisis general que te diga:
- Si estás consiguiendo posicionarte en la mente de tus clientes con la idea que te habías marcado.
- Si las estrategias de comunicación están siendo una vía de entrada para generar el paso básico antes de las estrategias de venta: la confianza.
Después, analiza, cada mes, el resultado de tus estrategias y de los objetivos pequeños que te hayas marcado para ese periodo.
Un solo mes puede no ser un indicador 100% fiable, pero sí la tendencia para saber si vas por el buen camino o necesitas empezar a cambiar de rumbo, ya sea mediante un apoyo externo o sentándote contigo misma, a analizar cómo puedes mejorar la comunicación de tu negocio.
Ojalá este artículo sea el comienzo de ese despegue hacia una comunicación eficiente y basada en la esencia de tu marca.
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