REDACCIÓN Viernes 30 de junio de 2017
Pablo Gonzalo, director de Comunicación Interna de Estudio de Comunicación, publica sobre este tema un interesante post, del que ofrecemos aquí un extracto.
Pablo Gonzalo inicia su post recordando dos casos reales. El primero: el CEO de una empresa de software que, después de una reunión con sus empleados para “agradecerles el buen trabajo del último año”, termina su intervención tirándose por la ventana del edificio. El segundo: el presidente del banco holandés ABN AMRO que, vestido de ‘drag queen’ en una convención de empleados, habló de las lecciones que se podían extraer de la gestión de un prostíbulo para superar la crisis bancaria.
A partir de estos dos ejemplos, el autor sugiere cuatro aprendizajes a partir de estas situaciones:
1) «El extraordinario potencial de comunicación que reside en el comportamiento de los líderes, en especial cuando estos se atreven a romper los límites de lo esperado, sea en eventos tipo “convención de empleados” o en su comportamiento cotidiano. Las personas que ocupan posiciones directivas en las organizaciones deben ser conscientes de que tanto con su discurso como con su comportamiento definen el espacio de lo importante y de lo posible ante sus empleados».
2) «Los empleados de las organizaciones que hemos citado tardarán en olvidar lo que hicieron sus CEOs en esos eventos. Ahora bien, estas escenificaciones atrevidas conllevan el riesgo de que su propio impacto oculte o deje en un segundo plano el mensaje para las que se construyeron (…)”.
3) ¿Tan difícil es interesar a los empleados como para tener que recurrir a puestas en escena tan “creativas”? No lo creo. (…) Lo que les aburre es el discurso unidireccional nacido en la Dirección y que solo responde a sus necesidades e intereses particulares.
4) Finalmente, ¿tendría sentido hacer algo así en mi organización? Cada uno de nosotros solo podrá responder a esa pregunta cuando tenga claramente identificados los objetivos pretendidos y los límites que desea romper. Lo que estos dos casos nos muestran es que la creatividad y el atrevimiento son recursos muy eficaces, siempre que estén bien alineados con lo pretendido (…)».