REDACCIÓN Martes 11 de septiembre de 2018
Agustina Barbaseri, consultora de Silvia Albert in company, ofrece en un post su visión sobre este tema fundamental para conservar el equilibrio.
El primero de los consejos de Agustina Barbasari se refiere al uso de herramientas para planificar las actividades y el tiempo. «En la agencia hemos hablado en varias ocasiones de herramientas y apps para planificar el trabajo. Como comentamos en una ocasión, organizarse y establecer correctamente las prioridades es básico para que lo urgente no eclipse a lo importante«. Pero esta visión estratégica hay que completarla con téncicas más concretas aplicables en el día a día. Estas son algunas de las que menciona en su post:
Hacer pequeñas pausas cada 2 o 3 horas. «(…) Aunque se esté sobrepasado de trabajo, parar unos minutos, levantarse de la silla y dar un pequeño paseo o asomarse a la ventana puede ayudar a calmar y reenfocar la mente».
Respirar y hacer ejercicios de relajación o meditación. «En los últimos años conceptos como el mindfulness copan los lanzamientos literarios y provocan un número ingente de artículos y portadas de revistas. Cada vez más estudios hablan de las ventajas de meditar en el trabajo, alegando que con 10 o 15 minutos en total sería suficiente para sentir sus beneficios, entre los que figuran el control del estrés o la mejora de la concentración y la productividad».
No descuidar la actividad física. «(…) No hace falta dedicar dos horas diarias al gimnasio, sobre todo si no disponemos de ellas. Dedicar unos minutos al día a hacer alguna actividad que nos motive (ésa es la clave) como caminar, nadar, bailar, correr, hacer yoga o pilates… (…)».
Pedir ayuda y echar una mano. «Como decían en la mítica película Llamaradas, “si cae uno caemos todos”. Comparte las penas y las alegrías con tus compañeros. En el peor de los casos, engordareis juntos el anecdotario de la relación con el cliente y acabaréis publicando un libro.»
Consumir alimentos ricos en triptófano. «Existen alimentos como el chocolate negro, los garbanzos, las nueces o el jamón serrano que son ricos en triptófano, un aminoácido esencial a partir del cual se sintetiza la serotonina, el neurotransmisor de la “felicidad”, que produce una sensación de bienestar y relajación. Es decir, que elegirlos puede ayudar a mantener alta la moral».